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5 sencillos consejos para que ahorres combustible

El encarecimiento del combustible, sumado al compromiso social por el cuidado del medio ambiente, nos llevan a buscar formas de ahorro

Las marcas están apostando por el desarrollo de vehículos con mejor consumo de combustible y menores emisiones contaminantes.

Por eso, la tendencia de la industria es desarrollar motores cada vez más pequeños y eficientes. Esto se ha conseguido disminuyendo la cilindrada, incorporando sobrealimentación y sumando tecnología.

Se espera que, en un futuro no muy lejano, los vehículos dejen de utilizar combustibles fósiles y sean sustituidos por autos con fuentes de energía más limpias y sustentables.

La transición puede ser lenta y costosa, de manera que, hasta que estos adelantos se conviertan en un estándar de la industria, los automovilistas seguiremos echando mano de los combustibles de siempre.

El encarecimiento del diésel y la gasolina, sumado al compromiso social por el cuidado del medio ambiente, nos llevan a buscar formas de hacer que nuestros autos tengan un mejor desempeño.

A continuación, enlistamos 5 consejos simples pero efectivos para ahorrar gasolina:

1. Planifica
Intenta combinar todas tus citas y diligencias. Elige los días y horarios más adecuados para evitar tráfico.

Tener una ruta en mente te permite trasladarte más rápido y fácil. Esto se traduce en un consumo menor de combustible.

Escoge el carril con tiempo, así evitarás acelerar bruscamente para.

Monitorea los peligros. Esto te ayudará a anticiparlos y con ello reducir la necesidad de acelerar y frenar continuamente.

2. Revisa tu auto
Realiza periódicamente cambio de bujías, filtros (de aceite y gasolina), cambio de aceite y limpieza de válvulas, para consumir menos combustible.

Utiliza el aceite recomendado por el fabricante para mantener en las mejores condiciones el sistema de lubricación. Esta medida es importante, además, para alargar la vida útil del motor.

Mantén la presión de tus neumáticos a la presión indicada por el fabricante. Esto mejora por mucho la resistencia a la rodadura al reducir la deformación, y previene un desgaste acelerado o desigual. Se estima que cerca del 20% del consumo total del coche se debe a la rodadura de los neumáticos. Verifica la presión al menos cada quince días o cada mes cuando mucho. No olvides dar mantenimiento por igual a la llanta de refacción.

3. Reduce la carga
Intenta no traer cosas innecesarias en el auto y procura distribuir el peso en todo el vehículo. No es sólo un tema de espacio. Conducir con sobrecarga, ocasiona que el consumo se incremente entre 4 y 6%. Al incrementar el peso, damos mayor trabajo al motor en el arranque, arrastre, recuperación y velocidad final.

 

También se recomienda utilizar el maletero en vez del portaequipaje del techo, siempre que sea posible. Así mejoramos la aerodinámica, es decir, la resistencia del vehículo al viento.

4. Uso de los pedales
Si tuviste un auto con carburador, quizás recuerdes que en ocasiones era necesario bombear el acelerador para encender el auto. Los vehículos nuevos no necesitan el acelerador para darle marcha.

Tampoco es necesario calentar el motor a menos que existan condiciones de frío extremo. En ese caso, bastarán uno o dos minutos de warm-up.

Algunas personas creen que es mejor arrancar en segunda, pues notan que el auto tarda más en revolucionar y lo asocian a un mejor consumo. Lo cierto es que forzar las marchas no es recomendable ya que le provocas mayor estrés al motor. Esto, además, incrementa el consumo de gasolina. Utiliza la primera velocidad siempre que se deba aplicar esa cantidad de potencia y torque.

Cuando arranques, acelera gradualmente hasta alcanzar una velocidad uniforme. Los vehículos ofrecen un mejor rendimiento en el rango de los 60 a 80 km/hr. Evita acelerar bruscamente.

Frenar de lleno en el último momento puede mejorar el consumo, en comparación con una frenada anticipada y larga. Recuerda llevarlo a cabo con seguridad, tomando en cuenta la velocidad, distancia de frenado y el estado general de tus frenos. Considera hacerlo cuando tengas un buen campo de visión, por los imprevistos que pueden llegar a aparecer en el camino. No olvides que una mayor fuerza de frenada, también se traduce en desgaste de balatas. Utiliza este tipo de frenada a bajas velocidad por seguridad y eficiencia de consumo.

Frena con motor. La inyección electrónica identifica la situación en la que el motor no necesita combustible para girar ya que la transmisión está contribuyendo al movimiento. De esta manera se interrumpe la inyección y en consecuencia el consumo. Frenar así puede ayudarte a reducir en un 2% tu consumo.

En ascensos, acelera gradualmente desde antes de subir. De ser necesario, cambia la velocidad a una más baja.

No aceleres en las pendientes descendentes. Deja que la inercia haga el trabajo, empujando al vehículo por su propia velocidad y peso.

5. Eficiencia a bordo

Si estás detenido en el tráfico, parado en el semáforo, tuviste que orillarte, haces fila para recoger a los niños del colegio, llegaste a tu destino o aún no vas a iniciar tu recorrido, apaga el auto. Mantener el auto encendido 10 segundos, gasta el mismo combustible que encenderlo de nuevo. De tal suerte que, mantenerlo encendido a ralentí por más de un minuto es un gasto innecesario. De acuerdo con Sustainable America, esta práctica permitiría el ahorro en combustible equivalente al costo de un cambio de aceite cada tres meses.

Realiza los cambios de velocidad a bajas revoluciones. Ojo, no es lo mismo hacer cambios a bajas revoluciones, que manejar a bajas revoluciones. Es necesario cambiar la velocidad en función de la demanda de potencia y torque. Primera y segunda son relaciones más cortas y por lo tanto alcanzan su límite a menos revoluciones. Cuarta y quinta son relaciones más largas, que permiten mantener una velocidad constante y alcanzan su par motor máximo a revoluciones más altas. Lo ideal es andar en la marcha que nos brinde desempeño y balance eficiente en aceleración y empuje.

El aire acondicionado utiliza energía del motor, al que se encuentra acoplado mediante correas. Dependiendo del trabajo que requiera el sistema, puede aumentar el consumo de gasolina entre 5 y hasta 20%.

Las ventanas y quemacocos abiertos, crean mayor resistencia frente al viento y, por lo tanto, provocan que el trabajo para moverlo sea mayor y aumente el consumo de combustible.

 

Con estos consejos podrás tener mayor control en tu manejo encaminado a un consumo mucho más eficiente.

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