Avistamiento de ballenas: dónde y cuándo verlas

Dejamos atrás el bullicio de la Ciudad de México para escaparnos a uno de los lugares más hermosos de la República Mexicana: La Paz, Baja California Sur, bautizada por el gran explorador Jacques Cousteau como el acuario más grande del mundo y, aunque hay muchos motivos para visitar esta ciudad, nuestro principal objetivo como viajeros es ser testigos del avistamiento de la ballena gris, uno de los gigantes marinos más impresionantes del planeta.

Para asistir a este espectáculo natural primero contactamos a uno de los tours operadores que promocionan esta actividad que cada año atrae a miles de turistas, el biólogo marino, Armando Lozano, de Maar  Experiences, quien nos espera en punto de la siete de la mañana en nuestro hotel para emprender el camino de tres horas en carretera hacia el Puerto Adolfo López Mateos, un pueblo pesquero localizado en el municipio de Comundú y orgulloso de sus tesoros naturales, que se ha dedicado a proteger a este cetáceo y convertirlo en un ícono de su localidad.

El viaje desde La Paz es acompañado por bellas postales del desierto con sus cactus y biznagas, típico del clima árido y desértico que se observa en gran parte del estado. Como el trayecto es largo, hacemos una breve parada para cargar energía y degustar un rico desayuno probando los típicos burritos de machaca con frijol.
Ya en el Puerto Adolfo López Mateos —considerado uno de los mejores lugares en el mundo para la observación de la ballena gris— estamos listos para abordar una lancha donde el capitán Édgar Castro González, con 33 años de experiencia en estos recorridos, será el encargado de contarnos todo lo relativo a esta especie. Serán más de 40 minutos de camino por las aguas de Bahía Magdalena bajo un sol que quema y nos hace olvidar un poco los días invernales que prevalecen en esta temporada. Sobre las aguas y como marinos primerizos empezamos a sentir un poco de mareo por el vaivén de las olas sin embargo, el malestar se olvida al llegar al sitio exacto de nuestro encuentro.

Ya en alta mar hay que ser pacientes y esperar a que las ballenas salgan y se dejen apreciar, “Es uno de los mejores días para verlas”, afirma nuestro capitán, quien nos hace imaginar un reloj en nuestra mente para indicarnos, de acuerdo a la hora que nos mencione, la posición por donde saldrán. Y así es, justo cuando nos grita 12 en punto se alza frente a nosotros este mamífero en todo su esplendor. Lo primero que observamos es como su cabeza sube y baja en el mar, mientras, atrás, otra ballena sale junto a su ballenato. Es una suerte mirarlas y todo sucede tan rápido que es difícil fotografiarlas bien.
“La temporada ha sido buena, es cuando más se han visto, alrededor de 200 ballenas han llegado a la parte norte de López Mateos. Son de gran tamaño, las hembras llegan a medir 15 metros y los machos 14.5 metros; mientras las crías alcanzan aproximadamente 4.5 metros y pesan media tonelada al nacer”, nos explica nuestro guía.

La pregunta obligada

¿Se pueden tocar? “Muchos las tocan, aunque lo más recomendable es no hacerlo, ya que así las protegemos. Es una experiencia que se da de manera natural. Las ballenas vienen específicamente a dar a luz y a aparearse con otros individuos. Esta experiencia se da únicamente en esta parte del país, ya que aquí se forman este tipo de lagunas  lo que les brinda protección para tener sus crías y pasar el invierno”, relata el biólogo.

Dos horas en el mar siendo exploradores y queriendo captar todo detalle de este encuentro nos hace conscientes de la importancia de defender el ambiente marino de ese gran depredador que es el hombre.
Son casi las dos de la tarde y nuestra aventura marina termina. Vamos de regreso y nos relajamos con la brisa del mar y las dunas que se observan en los alrededores casi al llegar al muelle. En nuestra mente quedan las imágenes de estos bellos animales que hacen de este espectáculo una de las mejores experiencias que puede vivir cualquier viajero amante de la naturaleza.

Al desembarcar en el Puerto Adolfo López Mateos no podemos partir sin recorrer el pequeño pueblo, llevarnos un souvenir de nuestra experiencia y cerrar el día con un suculento almuerzo saboreando las delicias del mar y comprobando porque en BCS se come tan bien.

Fecha de avistamiento en este año

2. La temporada oficial para el avistamiento de ballenas es del 15 de diciembre al 15 de abril.
   El avistamiento se puede realizar en cinco áreas de la península de Baja California Sur: Laguna Ojo de Liebre y Laguna San Ignacio; en el municipio de Mulegé, en Bahía Magdalena (Puerto San Carlos y Puerto Adolfo López Mateos), en Comondú y en Puerto Chale (Bahía Magdalena), municipio de La Paz; donde prestadores de servicios turísticos expertos en esta actividad realizan excursiones diarias, en las cuales, transportan a los turistas por medio de lanchas seguras que garantizan encuentros respetuosos con estos maravillosos animales.