Edificios inteligentes, diseñados para aprovechar al máximo los recursos

Cada vez es más común escuchar sobre los edificios digitales o inteligentes, pero ¿Qué es un edificio digital? Es aquel donde todos los sistemas que lo componen están interconectados y hablan el mismo idioma, lo cual ofrece a sus ocupantes la capacidad de controlar y monitorear ciertas variables como temperatura, iluminación, accesos, seguridad, etc. Esto con la finalidad de hacer del lugar un espacio más agradable y funcional para quienes se encuentran en él. Además de que, a través del monitoreo de estas variables, el edificio puede ser más eficiente y sustentable.

En México y Latinoamérica existe una gran oportunidad de negocio en el área de desarrollo de edificios inteligentes; más del 95% de los edificios podrían ser digitales, esta oportunidad se ve representada en dos vertientes: la primera que tiene que ver con las nuevas construcciones ya que la mayoría están pensados para ello y la segunda, en inmuebles ya existentes, los cuales pueden lograr convertirse en edificios inteligentes mediante actualizaciones.

Beneficios :

–  Ahorros energéticos. Un edificio digital se encuentra diseñado para aprovechar al máximo los recursos naturales, como por ejemplo la luz natural, por lo que no es necesario que las luminarias se mantengan encendidas a lo largo del día, salvo áreas específicas. De igual modo, en general utilizan luminarias es instalaciones ahorradoras de energía eléctrica y en algunos casos cuentan hasta con generadores eléctricos solares, los cuales buscan autosuficiencia energética parcial o total del edificio.

–  Ahorros en mantenimiento. La mayoría de los dispositivos conectados a la red cuentan con monitores o sensores que son capaces de alertar sobre etapas de mantenimiento preventivo, que representa una disminución de costos debido a que permite programar los días de mantenimiento y los recursos necesarios para ello. También se monitorea para realizar mantenimiento correctivo con precisión, pues una vez que por alguna razón algún elemento sufre una descompostura, esta es ubicada con exactitud y de inmediato lo cual también representa disminución de costos.

–  Aprovechamiento del espacio. Gracias a los sensores de movimiento se puede saber qué áreas son las que más se utilizan en un edificio y permite determinar espacios muertos, esto ayuda a determina el uso de los mismos de una forma más efectiva. Por ejemplo el dueño de un edificio de cuatro plantas puede darse cuenta que sólo requiere de dos pisos para sus actividades y decidir rentar los otros dos.

– Productividad, atracción y retención de talento. La tendencia de hoy en día, para los corporativos, es diseñar espacios pensando en las personas, para ofrecerles ambientes confortables y brindarles un bienestar, el cual repercute de manera directa en el desempeño laboral y emocional. Esta tendencia la podemos ver claramente en oficinas como las de Google, Amazon y Apple, entre otras empresas. Incluso existe una “Certificación WELL” que mide el desempeño de las características de los edificios que crean un impacto positivo en la salud y bienestar de sus usuarios, esto en definitiva hará más atractivo el lugar con estas certificaciones para las personas que laboran en un edificio con estas características.

-Seguridad. Hoy más que nunca la seguridad se ha convertido en un punto imprescindible para las personas. La tecnología permite que los encargados de esta tarea puedan monitorear en tiempo real y con alta calidad de imágenes, así como controlar los accesos de todas las áreas en el complejo o campus escolar. Los dispositivos amplían el campo de visión, pueden comunicarse con los sensores de movimiento y temperatura para notificar anomalías en áreas determinadas, para que, de ser necesario sean bloqueados accesos y se tomen otras medidas preventivas.

–  Amigables con el medio ambiente. Cada vez más se busca reducir el impacto ecológico. Los edificios digitales, además de caracterizarse por la interconexión de dispositivos, están diseñados para reducir el impacto ecológico y aprovechar de manera amigable los recursos naturales, ahorrar agua, reducir el uso de energía eléctrica y ventilación artificial, entre otros. Para este tipo de implementaciones existen certificaciones como la LEED, que califica la calidad de estas características en función de su impacto positivo con el medio ambiente.
En México y Latinoamérica existe un gran interés por la digitalización de los espacios; la era de edificios inteligentes está comenzando y va en aumento de manera paulatina, ya que esto implica adaptar nuevas tecnologías y hacer inversiones diferentes. Al mismo tiempo, y como consecuencia de la digitalización, cobran importancia elementos básicos como la infraestructura física, que es la encargada de transportar la información y la energía eléctrica necesarios para el proceso digitalizador, así como soportar sistemas de almacenamiento y análisis de datos, mismo que sin una red robusta y confiable no serían funcionales.
Es importante resaltar que todas las industrias son susceptibles a migrar a la digitalización de sus procesos y actualmente las que más han adoptado esta tendencia son los sectores de educación, salud, corporativos, industria manufacturera y hotelería.