Una noche íntima, llena de magia, poesía y sueños es la que vivió el público asistente al Teatro Juárez para deleitarse con la exquisita presentación de Magos Herrera y Brooklyn Rider con su performance Dreamers, en el Festival Internacional Cervantino 2019.
El concierto se basa en la interpretación de autores latinoamericanos como Violeta Parra, João Gilberto, Álvaro Carrillo, y el poeta nicaragüense Rubén Darío, con canciones como La llorona, Balderrama, Luz de luna o La Aurora de Nueva York.

“Artistas de toda Iberoamérica que vivieron bajo regímenes opresivos, se vieron afectados por ellos y que, a lo largo de la historia, lo que trasciende de todo esto es su gran obra, su amor por la pluralidad, por la inclusión, por la democracia, por la humanidad y en esta idea honramos con el paso de los años a los grandes poetas que nos llevan a un lugar en estos tiempos de polaridad a soñar y a no dejar de hacerlo”, dijo Herrera al término de la pieza Niña, del poeta mexicano Octavio Paz.
De Brooklyn Rider algunos críticos han dicho de ellos que son el futuro de la música de cámara, y está conformado por Johnny Gandelsman y Colin Jacobsen en los violines, Nicholas Cords en la viola y Michael Nicolas en el violonchelo, quienes con su refinamiento musical se acoplaron muy bien con la delicada voz de Magos Herrera, quien es considerada una de las voces más finas en la escena del jazz.
La intérprete vocal, quien es mexicana, y se caracteriza por su particular forma de mezclar la visión del jazz contemporáneo con melodías y ritmos latinoamericanos, y su herencia ibérica, culminó su concierto con el tema Corazón Vagabundo porque “son todos aquellos lugares a donde podemos expandirnos”, del brasileño Caetano Veloso.