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¿Por qué comprar focos ahorradores?

Existen muchos mitos alrededor de los focos ahorradores, sin embargo, son una gran opción para iluminar y ayudar al medio ambiente

Ahorro económico, menor contaminación, buena iluminación y otros beneficios más pueden conjugarse al cambiar tus viejas bombillas por focos ahorradores.

Lo principal que debes saber es que existen tres tipos de luz si hablamos de los  ahorradores, la cual se mide en temperatura: cálida, blanca y fría. La primera es ideal para la recámara, la sala, la cocina o cualquier otro lugar dentro de la casa; la segunda para lugares de trabajo y lugares donde se necesita estar despierto, y el último para comercios y aparadores.

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Alrededor de esta iluminación hay muchos mitos, uno de ellos que no alumbran igual que las bombillas incandescentes; sin embargo, esto es totalmente falso y no depende de la forma que tengan. Este tipo de luz tiene diferentes grados de luminosidad desde tenue a más intensa dependiendo de los lúmenes que tenga.

Los focos ahorradores pueden sustituir perfectamente a las bombillas, con lámparas compactas fluorescentes (CFL) o de iluminación led, estas últimas con la ventaja de tener una gama de colores y tecnología para cambiar el color y la intensidad.

En el caso de las lámparas fluorescentes (CFL) existen varios tipos:

• Espiral: el más popular y de uso doméstico, ideal para cualquier lugar de la casa.

• Triple biax: de forma más larga y perfecto para dar amplitud a la iluminación ya que sobresalen.

• Reflector: para resaltar detalles en paredes o pasillos.

• Circular: en cocinas o pasillos, amplía cantidad de luz.

• Pulpo y espiral de gran tamaño: para iluminación de lugares amplios como bodegas o espacios exteriores.

Entre las ventajas que tiene comprar focos ahorradores de acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) están:

  1. Mayor ahorro de energía: un foco ahorrador consume 75% menos energía eléctrica en el hogar comparado con otro tipos de bombillas. Esto es fundamental para los lugares donde se usan luces encendidas más tiempo como el jardín, la sala, el comedor o el pórtico.
  2. Ecológicos: los focos ahorradores no sólo ayudan a tu bolsillo sino a proteger el medio ambiente ya que desprenden menos calor que los focos normales y reduce las emisiones de dióxido de carbono. Asimismo, al ser menos reemplazables se ahorra en empaque y en cantidades de basura.
  3. Durabilidad: duran hasta 10 veces más que un foco incandescente, por lo que pagarás menos en tu recibo de luz. En el caso de los focos LED, estos tienen un tiempo de vida mucho mayor pues pueden llegar de 15 a 25 años de uso.
  4.   Eficiencia: otra ventaja de este tipo de iluminación es que lo hacen con menos energía eléctrica y eso no influye su intensidad. Alguno de ellos iluminan ampliamente con un costo mínimo.
  5. Costo: aunque suelen tener un precio mayor a las bombillas incandescentes en la primer compra, su durabilidad permite que sean más baratos a largo plazo ya que no hay cambio constante de focos.

Tips: 

• La luz cálida de los focos ahorradores le dará un toque más acogedor a cualquier espacio de tu casa.

• Si tu presupuesto es reducido, compra paquetes de tres focos ahorradores o cambia poco a poco las bombillas de tu casa.

• Si lo tuyo es la tecnología, existen focos ahorradores led con control de apagado, intensidad y color desde tu smartphone.

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