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A pesar de que varios países europeos aún no levantan del todo las restricciones de distanciamiento social por la pandemia del Covid-19, la holandesa KLM anunció que empezará a volar nuevamente a algunos destinos europeos.
Dichos vuelos no estarán disponibles para turistas, sino para aquellas personas que necesitan viajar por cuestiones de trabajo o razones plenamente justificadas y bajo un estricto control de pasajeros que incluye el llenado de un cuestionario para justificar la causa de su viaje y, sobre todo, que demuestre no ser una persona que pueda contagiar el Coronavirus.
Además de las medidas anteriores también será obligatorio el uso de cubrebocas para todos los pasajeros tanto al momento del embarque, como en todo el trayecto del viaje, a partir del 11 de mayo, mientras que el servicio de alimentos y bebidas a bordo será restringido al mínimo.
La aerolínea empezó desde ayer a operar con un vuelo diario a ocho destinos: Madrid y Barcelona, en España; Milán y Roma, en Italia; Budapest, en Hungría; Praga, la capital de la República Checa; Varsovia, en Polonia; y Helsinki, Finlandia.
La semana pasada, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, dio a conocer que la industria aérea es una de las más golpeadas por la crisis del Coronavirus y estimaba que las pérdidas ascendían a unos 113 mil millones de dólares.
EU ESTIMA QUE VUELOS INTERNACIONALES REINICIARÁN EN 2021
Durante una entrevista a Fox Business, el secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Steve Mnuchin, invitó a sus connacionales a vacacionar dentro del país, en cuanto se levanten las restricciones, debido a que no cree que los vuelos internacionales se reactiven en un futuro cercano.
El funcionario precisó que era muy difícil dar una fecha estimada de cuándo se abrirían los vuelos con normalidad al extranjero, pero que no duda que haya asientos de forma limitada para aquellas personas que tengan que hacerlo por cuestiones laborales.
Las aerolíneas estadounidenses han paliado un poco esta crisis gracias a los 30 mil millones de dólares en garantías y préstamos del gobierno norteamericano, aunque su preocupación mayor se centra en la probable disminución de vuelos futuros.
