Li Huanzhi, fundador y compositor de la orquesta desde 1960, busca recuperar la herencia musical de su país, pues se ha encontrado dispersa y en el olvido por la mayoría de la población asiática.
Como parte de un intercambio cultural entre Latinoamérica y China, el espectáculo transmite los orígenes musicales de este país. A través de madera, bambú y pieles de animales, transporta a la audiencia a un sin fin de emociones:
«Maravilloso, yo lloré como en la segunda melodía», comenta Alma García, quien quedó completamente sosprendida con la emotiva representación.