La audiencia de Barton está formada por elefantes ancianos y discapacitados, como Romsai y Lam Duan, quienes están fascinados por Beethoven y Bach y a menudo, están al lado del piano mientras toca.
Romsai está casi sin vista, mientras que se dice que Lam Duan está completamente ciego. Los animales son libres de deambular por el piano y, si no les gusta la música, simplemente pueden alejarse.
El santuario, que acordó dejar que Barton traiga su piano al sitio, alberga a más de 30 elefantes.
