La directiva de Cruz Azul evitó que le vieran la cara a la institución. Y es que el representante de Djaniny Tavares estaba pidiendo 10 millones de dólares por el jugador, y además tenían que pagar una cláusula de rescisión de cerca de 12 millones de billetes verdes al Al-Ahli de Arabia Saudita, club que tiene los derechos del futbolista.
TE RECOMENDAMOS: