A seis días de que termine el periodo de fichajes en Europa, Guillermo Ochoa ve esfumarse una nueva ventana para salir del Málaga en busca de actividad.
El interés del Watford por Carlos Kameni aparecía como una opción para que el mexicano saliera de la sombra para convertirse en titular del club andaluz. Pero el camerunés declinó la oferta y así añade otro capítulo de sinsabores para Ochoa.
Uno de los artífices de su fichaje hace año y medio, Vicente Casado, quien hasta hace dos meses fue director general del Málaga, considera en perspectiva que en general el guardameta ha tenido mala suerte.
“Es la realidad porque para mí es un gran portero. Desde la distancia lo veo aún más”, expresó. “En teoría venía para hacer grandes cosas en Málaga y al final se encontró con que no se ha ido el otro portero, se ha quedado, ha triunfado y se ha tenido que quedar de segundo”.
Como si fuera una maldición, Ochoa se encontró además con que Kameni es un roble y no se ha perdido un solo juego de Liga desde la llegada del mexicano.
El africano acumula 59 partidos consecutivos y únicamente dejó la portería para ocho juegos de Copa del Rey, los únicos que ha jugado Ochoa en ambas temporadas.
Equipos de Bélgica y Grecia buscaron al guardameta en el último mercado veraniego pero el mexicano prefirió mantenerse en España, donde en junio cumplirá dos años de residencia y podrá tramitar la ciudadanía para dejar de contar como extranjero.
“No le ayuda el hecho de no tener todavía la nacionalidad, pero creo que cuando la tenga seguro tendrá opciones”, agregó Casado.
En retrospectiva, el directivo recordó que fueron clave los primeros días de Ochoa en el club, al que llegó tarde para la Pretemporada después de Brasil 2014, donde fue uno de los más destacados.
Aunque recuerda que el técnico Javi Gracia tampoco le ha dado la oportunidad, aclaró que el entrenador siempre ha valorado al portero.
“El entrenador no le conocía como portero, le conocía como todos lo habíamos visto en el Mundial. El entrenador estaba contento a su llegada”, mencionó.
“Pero tuvo mucha mala suerte porque se tardó mucho en su llegada. Una de las claves que creo que pasó es que llegó tarde y estuvo el entrenador mucho tiempo con Kameni”.
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