Un empate sin goles contra el Villarreal aleja definitivamente al Celta de Vigo de la pelea por la Liga de Campeones, zona en la que se afianza su rival de esta noche, tras encadenar su decimocuarta jornada consecutiva sin perder.
Ambos equipos buscaron el triunfo por caminos diferentes. El equipo gallego apostó más por la elaboración y el toque, para llegar al área rival; el conjunto castellonense se sintió cómodo defendiendo y contragolpeando. Ni uno ni el otro lograron imponer su estilo en el primer tiempo.
Y eso que ambos tuvieron ocasiones, algunas claras, como las dos que dispuso el delantero congoleño Bakambu, a las que dio respuesta Sergio Álvarez con dos grandes paradas, o la que disfrutó el danés Daniel Wass cuando se había cumplido el primer cuarto de hora de juego.
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El Celta lo intentó por ambos costados, pero le fue imposible. El Villarreal, con las líneas muy juntas, neutralizó cada uno de los ataques celestes. El planteamiento táctico de Marcelino García Toral salió a la perfección. Su equipo se marchó al descanso sin apenas sufrir.
No varió el guión tras el paso por los vestuarios. El Celta siguió llevando el peso del partido y el Villarreal asustando las pocas veces que pisaba el área local. Con Nolito, Aspas y Orellana bien sujetos, las oportunidades locales llegaron con disparos lejanos de Marcelo Díaz y Daniel Wass.
Los locales insistieron hasta el final, con un rival encerrado en su campo que pareció conformarse con el empate inicio, pero resultó imposible para los jugadores de Berizzo, empeñados en hacer daño por el centro, donde la acumulación de jugadores amarillos dificultó la combinación.
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