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El haber terminado en el Torneo Clausura 2017 de la Liga MX con esa sequía de más de 10 años sin título, fue algo que para nada le resultó barato al Guadalajara, que invirtió al menos en el último año y medio más de 35 millones de dólares.
Jorge Vergara, dueño de las Chivas, no ha escatimado en recursos para reforzar a su equipo, el problema es que esas inversiones no siempre le redituaron, ejemplo claro fue el tema de Ángel Reyna, el cual en 2014 tuvo un costo de más de seis millones de dólares, además de un sueldo millonario y sus resultados fueron muy pobres.
Al grado que un año después fue separado del primer equipo, pero mantuvo su sueldo de 1.7 millones de dólares anuales, sin necesidad de desquitarlo en la cancha.
El cuadro tapatío no aprendió del todo de esta mala experiencia, ya que poco después se hizo de los servicios de Carlos “Gullit” Peña, por quien pagó 8.1 millones de dólares y no fue el jugador que esperaban.
Las contrataciones más importantes que realizó el “Rebaño Sagrado” en el último año y medio, y que fueron determinantes en la obtención del campeonato, comenzaron con Orbelín Pineda, por 4.5 millones de dólares.
El mediocampo se complementó con José Juan Vázquez, por 4.9 millones de dólares, precio que fue justificado totalmente, por lo que entregó en el último semestre, pero sobre todo por el gol en el partido de vuelta de la final que a la postre fue el de la diferencia.
Chivas necesitaba alguien con mayor personalidad en su eje del ataque, por lo que viajó hasta Grecia para convencer a Alan Pulido, por el que gastaron 17 millones de dólares, inversión que valió por completo la pena al marcar dos de los cuatro tantos de la final.
El buen plantel que ya tenían se redondeó a principios de este año con el arribo de Rodolfo Pizarro por 12 millones de dólares, para dar un total de 38.4 millones de dólares en los tres más recientes torneos.
