Copa Confederaciones

Columna:  #FUERAOSORIO

La Selección Mexicana cayó ante Alemania y perdió la oportunidad de disputar la Gran Final de la Copa Confederaciones de Rusia 2017

(Matthias Hangst/Getty Images)

La diferencia entre ser patriota y patriotero se entiende con la aceptación de los errores de una Selección mexicana, que salvo 1999, nunca ha sido lo que se espera en competencias internacionales.

Aquel “jugamos como nunca y perdimos como siempre”, ya es todo un lema. El problema es que ante Alemania ni siquiera se jugó a algo.

Los errores fueron visibles a todas luces desde la alineación, y tampoco se necesita ser un genio para reconocer las enormes diferencias entre Giovani dos Santos y Carlos Vela; el primero, intermitente en la MLS, el segundo, titular en la Real Sociedad de España y de lo más desequilibrante que tiene el futbol nacional actualmente, ¿por qué no jugó?

Cambiar a futbolistas de posiciones y alinear a quienes nadie imagina, lejos de sorprender al adversario terminan siendo factores en contra del equipo nacional que muestra en la cancha un desorden alarmante y donde es un hecho que con la ausencia de Rafael Márquez no hay alguien que ponga orden en los momentos de mayor apremio.

El desgastado tema de las rotaciones ya es una necedad más que una necesidad, porque ningún 11 titular fue el mismo durante la Copa Confederaciones, y en el momento crucial, el resultado tampoco fue diferente. El fracaso no es perder, sino la manera en que se pierde, sin competir, sin meter en problemas a una Alemania, que para muchos era la selección B. No me quiero imaginar frente a todos los titulares.

Juan Carlos Osorio no tiene, hasta el momento, un solo argumento para confiar en su proceso, aún ganando el tercer lugar que disputará el domingo en la Confederaciones, está claro que las dudas son cada vez más grandes y para resolverlas no se puede poner en la palestra a la Copa Oro, que está a la vuelta de la esquina, pues los rivales no tendrán la misma exigencia.

El “bienamado” Osorio, para muchos integrantes de la prensa mexicana, está muy lejos de ser el “salvador” que cada cuatro años se necesita para soñar con un quinto partido o una actuación memorable en cualquier certamen internacional.

Aunque ahora se presume que los jugadores del Tricolor tienen un “gurú” en el aspecto mental con el español Imano Ibarrondo, de poco sirvió porque con dos goles en contra, México estaba más que derrotado, así que todo fue igual al pasado.

A menos de un año para Rusia 2018, la Federación Mexicana de Futbol tiene que tomar decisiones basadas en resultados, no en amiguismos, ni conformismos. Están a tiempo de cambiar el destino y resarcir el daño que ya raya en lo humillante, porque la línea entre ser patriota y patriotero, puede se tan delgada como el que no quiere ver lo que todos vemos.

LO MÁS VISTO DE PUBLIMETRO TV

 

Recomendados

DV Player placeholder

Tags

Lo Último