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Alrededor de un centenar de mexicanos se rindieron ayer ante el guardameta español Iker Casillas al llegar al Aeropuerto de la Ciudad de México con el Porto portugués para celebrar un par de partidos amistosos en el país.
Casillas, una de las figuras más importantes de la selección española campeona mundial del 2010 y símbolo del Real Madrid, fue aclamado por numerosos hinchas que lo esperaron en la terminal aérea para recibir un autógrafo o tomarse una foto.
El jugador atendió a unos pocos seguidores mientras caminaba en medio de un tumulto hacia las afuera de la terminal, donde, asediado por los fotógrafos, tomó el autobús que llevó al conjunto a un céntrico hotel de la capital.
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El portero juega con el Porto desde el 2015 y forma parte del equipo que se enfrentará el lunes al Cruz Azul del entrenador Paco Jémez y dos días más tarde a las Chivas de Guadalajara, campeonas de la liga mexicana.
El delantero mexicano Jesús Corona, pieza del ataque de los portugueses, fue relegado en la atención de los aficionados que apenas le hicieron caso al concentrarse en sacar un recuerdo de Casillas.
Los encuentros ante el Porto, subcampeón de la liga de Portugal, forman parte de la parte final de la pretemporada de Cruz Azul y Guadalajara que aspiran a ser protagonistas del torneo Apertura 2017 del futbol mexicano que comenzará el próximo viernes.
