El sistema de competencia en México es sumamente bondadoso. Un equipo puede meterse en una pésima racha y luego, con un par de buenos resultados, está de nuevo en la pelea. Atlas es el vivo ejemplo. El equipo que dirige José Guadalupe Cruz sumó sólo uno de 18 puntos disputados. Pero tras dos victorias, ha retomado la ilusión de calificar.
Estuvo al borde del despido el “Profe” Cruz. Y hoy, tras vencer a Puebla y Veracruz, la Liguilla no suena como una posibilidad descabellada. Con 13 puntos después de 10 partidos disputados, los Zorros se ubican en la undécima posición. Tienen siete partidos por delante y el destino está en sus manos.
Atlas tiene un compromiso más debido al juego que no pudo disputar ante Tigres. La posposición de ese duelo, porque la pantalla que cuelga sobre el centro del campo no estaba colocada a la altura correcta, es ahora una ventaja para el conjunto rojinegro. A los demás equipos les quedan sólo encuentros para cerrar la fase regular del Torneo Apertura 2017.
Y lo que hace unas semanas era un sueño cada vez más lejano, hoy es una posibilidad real. Atlas puede meterse a la Liguilla por méritos propios. Para lograrlo, la cifra mágica es de 12 puntos. Si suma esa cantidad en los siete compromisos que le restan, estaría prácticamente asegurando su calificación.
Los partidos que le quedan
Con esa cantidad, los Zorros llegarían a 25 unidades. Esa cifra ha sido suficiente para calificar, al menos como octavo lugar, en ocho de los últimos diez torneos. Para conseguirla, los dirigidos por el “Profe” Cruz necesitan cuatro victorias. O bien, tres triunfos y tres empates, por lo que el margen de error todavía existe para el Atlas. Puede perder hasta tres veces y todavía tendría posibilidades de ir a la Liguilla.
Al Atlas, además del duelo que quedó pendiente frente a Tigres, en el Estadio Jalisco le restan otros seis compromisos. Tres será como local ante Morelia, Tijuana y Pachuca, en la última jornada. Otros tres de visita: Santos, Querétaro y el Clásico Tapatío ante Chivas.
Con ese panorama, los Zorros tienen el destino en sus manos. Históricamente, el equipo suele caerse en la recta final y más cuando depende de sí mismo. Pero en esta ocasión, los rojinegros parecen haber dejado atrás la peor racha posible. La Liguilla está al alcance de la mano.
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