Cruz Azul tuvo a su merced a un America sin pies ni cabeza que terminó el partido con nueve hombres pero con un marcador 0-0 en el primer capítulo de los cuartos de final disputado en un Estadio Azul que no se llenó.
Buscando aprovechar la localía para acabar de una vez por todas con sus fantasmas, la Máquina salió con una convicción ofensiva que le produjo la confusión en la zaga de unas Águilas carentes de la intensidad que buenos resultados les dio en el inicio del torneo.
Los arribos por el costado derecho con Edgar Méndez y Gerardo Flores fueron el arma más peligrosa para horadar la zaga americanista que tantos problemas tuvo para detenerlos.
La balanza parecía inclinarse del lado cementero cuando Mateus Uribe cometió una temeraria falta sobre Julio César Domínguez propiciando que el silbante Jorge Isaac Rojas lo mandara a bañar temprano al sacarle la tarjeta roja al minuto 30.
Sin embargo, los celestes volvieron a cometer errores de concentración y siete minutos más tarde el ‘Cata’ cometió una clara falta sobre Paul Aguilar que el silbante decretó como penalti.
Pero Oribe Peralta y el americanismo no contaban con la astucia de Jesús Corona, quien le detuvo el disparo para darle una ‘cachetada con guante blanco’ a la historia reciente de Cruz Azul.
Y es que el balón estuvo todo el partido del lado anfitrión, pues en la segunda mitad América se dedicó a defenderse cerrando los espacios totalmente y acabando con las ideas ofensivas de una Máquina con mucho corazón pero nada de contundencia.
La figura de Agustín Marchesín fue tomando fuerza para las Águilas, quienes le mostraron una confianza ciega que les redituó un valioso empate con sabor a victoria.
La única esperanza cementera para el duelo de vuelta es que con 11 hombres siempre fueron mejores que el adversario. Más insistentes y al menos con dos opciones claras de gol que si no hubiera sido por el portero argentino el triunfo estaría en el bolsillo azul.
El partido de regreso se disputará el próximo domingo en el Estadio Azteca a las 20:00 horas.
