La patinadora Meagan Duhamel obtuvo una medalla de oro para Canadá en los Juegos Olímpicos de Invierno PyeongChang , pero ella ocupó los titulares por otras razón.
Y es que Duhamel aprovechó la plataforma de los Juegos para lanzar un llamado contra la industria de los perros cocinados y como principal acción adoptó a uno de nombre Moo Tae que estaba a punto de ser comido en sopa en un restaurante de la ciudad coreana.
Meagan se trasladó a la sede de la asociación Free Korean Dog, que rescata perros destinados a comida de criaderos situados a 40 kilómetros de PyeongChang para adoptar al perro salchicha.
A principios de semana, la organización Humane Society International rescató a unos 90 cachorros de una granja muy próxima al complejo olímpico, después de haber persuadido a un criador que servía a los restaurantes de abandonar esta práctica.
A pesar de que cocinar perro asado y sopa de perro es una costumbre extendida en Corea del Sur, el gobierno ha querido evitar dar una mala imagen internacional durante los Juegos y antes de la inauguración ordenó a los restaurantes y cantinas cercanas al estadio olímpico de Pyeongchang que no sirviera más platos a base de perro.