Eduardo Aguirre se ha convertido en uno de los futbolistas más jóvenes que ha llamado la atención con la Selección mexicana Sub 21, misma con la que buscará coronarse en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018, luego de la actuación destacada que tuvo en el Torneo Esperanzas de Toulon, obteniendo el subcampeonato con el Tri y convertirse en el máximo goleador de la competencia.
“Muy emocionado, atravieso por un buen momento en mi carrera, he hecho las cosas bien con el Tampico y siempre he trabajado para que las cosas salgan de la mejor manera”, mencionó en entrevista con Publisport.
Aguirre está consciente de la importancia del trabajo en equipo, tal como se demostró en Toulon, razón por la que llegaron a la final del Torneo, sin posibilidad de coronarse, pero quedándose con un buen sabor de boca, y dispuestos a conquistar el título de los JCC en tierras colombianas. “Todos somos vitales. La defensa para que no entre el gol, en la media, adelante. Aporto al equipo lo que me corresponde”.
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El delantero de 19 años igualó la marca de Marco Fabián en anotar siete goles en Toulon, dispuesto a continuar con esa racha goleadora en los Centroamericanos. “Muy contento de igualar ese récord, obviamente me hubiera gustado superarlo, pero es un honor haberlo igualado”, sentenció.
El jugador azteca recorrerá una aventura más con otro de los jóvenes promesas del balompié mexicano: Diego Lainez. Futbolista al que le reconoce el talento que posee dentro y fuera del campo. “Es un jugador muy dedicado, muuuy muuuuy dedicado, es muy desequilibrante dentro de la cancha y fuera de ella es una persona humilde, que siempre está al servicio del equipo, la verdad es un jugadorazo y lo ha demostrado”.
‘El Shrek’ comenzó con su sueño desde los seis años, jugando como portero en un campo, sin imaginar que 13 años después estaría representando dignamente a México en Barranquilla, Juegos que no desaprovechará para continuar llamando la atención con su buena actuación dentro del campo, ya que en dos años, él ya se ve militando en el Viejo Continente, pero siempre, acompañado de su mayor motor: su familia.
