México suele ser un gran semillero de boxeadores de gran nivel, ¿pero un peleador de peso completo? Sí lo hubo, aunque hace 50 años. En los Juegos Olímpicos de 1968 conocimos al tremendo Joaquín Rocha Herrera, quien obtuvo la presea de bronce en esa difícil división.
Después de medio siglo de aquella histórica justa, en donde la Ciudad de México le mostró al mundo lo mejor de ella y donde se consiguieron un total de nueve medallas por parte de la delegación mexicana –hasta ahora la cantidad más alta de la historia–, una de las más emblemáticas fue la del «Mastodonte» Rocha.
Con apenas 20 meses practicando boxeo y 11 peleas de experiencia, nadie daba “un quinto” por Joaquín… y mucho menos por la división en la que compitió.
Para asegurar el bronce, tenía que ganar sus primeras dos peleas ¡y lo hizo! Le ganó a Adonis Ray de Ghana y a Rudolfus Lubbers de Holanda. En las semifinales perdió ante el ruso Jonas Cepulis, pero el metal bronceado ya lo tenía en el cuello.
¿De qué manera le cambió la vida haber participado en los Juegos Olímpicos de México 68?
— Palabras proféticas de mi padre cuando fui a despedirme de ellos para ir ya a la villa olímpica, me dijo: ‘No vas a jugar unos juegos como estás acostumbrado, aquí te estás jugando propiamente tu porvenir’. Mi vida dio un giro de 180 grados… ¡dimos el cambiazo!
¿Se imaginó el impacto que iba a generar en usted el haber ganado una medalla olímpica?
— Para nada. Hace poco comentaba con otro medallista olímpico que verdaderamente nosotros estábamos trazados, marcados. Ahora vivimos jubilados de trabajadores al servicio del Estado, tenemos una casita y cuando mucho una carcacha que nos lleva. Vivimos bien, yo digo que como millonarios pobres, porque nos invitan a los mejores lugares, a los mejores sitios, comemos, llevamos una vida placentera, pero llega el momento en que se termina todo eso y pa’ su casa.
¿Qué se siente seguir siendo recordado después de 50 años?
— Es maravillosa la situación de que nos recuerden así, porque ahorita ya somos historia viva. Imagínate, ¡50 años!
¿A qué se dedica actualmente?
— Estoy virtiendo mis conocimientos en unas clínicas que les puse Proyecto de vida, que viene siendo para la persona adulta mayor para una calidad de vida mucho mejor.
¿Qué pasó con usted después de México 68, por qué no se mantuvo en el boxeo?
— La verdad no quise incursionar en el profesionalismo. Después de México 68 participé en los Juegos Centroamericanos de Panamá 1970 y en Panamericanos de Cali 1971, en ambos gané medalla de plata. Cuando se acercó la fecha para armar al equipo de boxeo que iría a los Olímpicos de Múnich 1972, el federativo Moisés Saldívar me dijo que no iba a ir peso completo, entonces me dije: ¿Qué estoy haciendo aquí? Me retiré del boxeo y seguí como entrenador.
¿En la delegación mexicana se comentó algo sobre los sucesos del 2 de octubre en Tlatelolco?
— Nosotros estábamos ensimismados propiamente a nuestra disciplina, esencialmente estábamos en el boxeo, entrenando, haciendo y deshaciendo, estábamos concentrados para dar la cara al mundo entero como deportista mexicano.
¿Qué le parecen los festejos que se hicieron para conmemorar los 50 años de México 68?
— Maravilloso. Con todo eso a uno lo van a recordar bastante y quedará para la historia.
0 of 10
TAMBIÉN PUEDES LEER:
¿Cómo es que Michael Jordan se convirtió en uno de los hombres más ricos del mundo?
Ardan Turan es acusado de disparar a un famoso cantante durante pelea
Voleibolistas mexicanas tuvieron gran aprendizaje del Mundial
LO MÁS VISTO EN PUBLIMETRO TV