El pase más impresionante de Deshaun Watson fue hacia atrás _un tiro bajo presión al running back Carlos Hyde, cuya ganancia de siete yardas dejó el terreno listo para el primer touchdown de Houston en una paliza de 26-3 sobre los Jaguars de Jacksonville.
El lanzamiento al estilo rugby fue perfecto para un partido en Londres, donde los aficionados aún se recuperan de la derrota por 20 puntos sufrida por Inglaterra en la final del Mundial de rugby el domingo, y ahora deberán lidiar con una nueva ofensa, ver al equipo que han adoptado como el de casa, los Jaguars (4-5), recibir una paliza similar.
Pero más que nada, la conexión de Watson a Hyde fue una muestra del desempeño general de ambos jugadores en el encuentro: Fue prácticamente imposible detenerlos.
Hyde terminó con 19 acarreos para 160 yardas por los Texans (6-3), incluyendo una jugada por tierra de 58 yardas en la que parecía enfilado a un touchdown hasta que el safety Jarrod Wilson, de los Jaguars, le arrebató el balón en la yarda dos.
Watson, mientras tanto, completó 22 de 28 pases para 201 yardas y un par de pases de touchdown de una yarda, junto con 37 yardas terrestres. El quarterback lo hizo todo con su ojo izquierdo aún inflamado y rojo, una semana después de recibir una patada en el rostro después de lanzar el pase del touchdown ganador ante los Raiders.
Los linemen Taven Bryan y Yannick Ngakoue ejercieron presión a Watson mientras él retrocedía para lanzar un pase en el segundo cuarto con los Texans en pleno ataque. Al no hallar a nadie disponible y con los linemen al acecho, Watson optó por lanzar un pase atrasado a Hyde, quien llevó el balón a la yarda siete de Jacksonville.
Dos jugadas después, Watson conectó un pase de una yarda a Darren Fells para darle a los Texans una ventaja de 9-0.
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