La crisis actual de Chivas comenzó un día después de su último título de Liga MX. El 28 de mayo de 2017, levantó el trofeo número 12 de su historia, pero desde entonces, sólo ha visto la Liguilla por televisión. Guadalajara atraviesa una etapa oscura en la que va de fracaso en fracaso. A tal grado que hoy, con la necesidad de un “milagro” para meterse a la fase final, vive su torneo “menos malo” en dos años y medio.
Con 22 puntos después de 17 partidos disputados, el Rebaño Sagrado ocupa la posición número 12 del Apertura 2019. A un partido de culminar la fase regular, todavía tiene esperanza de calificar, aunque no depende de sí mismo. Para romper la racha de cuatro semestres sin Liguilla, debe vencer al Veracruz y que se combinen resultados de otros tres partidos.
Para cualquiera que vea esos números, la campaña suena mediocre. Y pese a que los resultados son malos, es el torneo “menos malo” de Chivas en los últimos dos años y medio. Desde el Clausura 2017, cuando ganó el doblete de Copa y Liga, no alcanzaba tal cantidad de unidades. Los cuatro siguientes torneos fueron un fracaso tras otro.
En aquel Clausura 2017, Chivas hizo 27 puntos y calificó como tercer lugar. Después, comenzó el “calvario” rojiblanco. Para el Apertura 2017, la “campeonitis” se apoderó del Rebaño Sagrado, que apenas pudo ganar cuatro partidos en el semestre, para un total de 18 puntos, en el puesto número 13 de la clasificación. El monarca no pudo defender su corona en la Liguilla.
Para el Clausura 2018, los problemas del plantel con la directiva encabezada por José Luis Higuera recrudecieron la crisis. El equipo conquistó la Concacaf, pero en la Liga MX vivió un semestre de terror: sólo tres victorias, 15 puntos y penúltimo lugar de la clasificación.
Aunque en el Apertura 2018 hubo ligeras muestras de mejoría, fue evidente que al equipo le costaría adaptarse a un nuevo técnico, tras la salida de Matías Almeyda. Chivas alcanzó los 20 puntos y terminó en el lugar 11 de la clasificación, fuera de la Liguilla por tercera campaña consecutiva.
La directiva no fue capaz de darle rumbo al equipo y para el Clausura 2019, el fracaso se repitió. Guadalajara sumó apenas cinco victorias y culminó el semestre en la posición número 14, con 18 puntos. Así, en el Apertura 2019 ya superó el máximo de unidades de los últimos cuatro torneo, pero no es suficiente siquiera para tener un lugar seguro en la Liguilla.
Por eso, los 22 puntos de Chivas, logrados gracias al repunte vivido con Luis Fernando Tena como técnico, apenas alcanzan para hablar de la campaña “menos mala” en los últimos dos años y medio. Cuando el semestre termine, la directiva tendrá mucho trabajo para darle al Guadalajara un mejor rumbo en el 2020.
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