Era la torre de los Chicago Bulls en la segunda etapa de Michael Jordan: se llamaba Luc Longley y no se lo llevó muy bien con Su Majestad.
Nacido en Australia en 1969, fue el primer jugador de su país en la NBA.
Los Minnesota Timberwolves lo escogieron en el draft de 1991.
Una auténtica mole de 2.18 metros, con poca movilidad pero mucha fuerza, en su carrera anotó 7.2 puntos por encuentro, con 4.9 rebotes de promedio.
Luc Longley arriba a los Bulls
Longley llegó a los Chicago Bulls a media temporada 1993-94, cuando aún Jordan se encontraba jugando béisbol.
Con el regreso de Jordan a los Bulls, sufrió con la dureza del astro, reconociendo posteriormente que era parte de la mentalidad ganadora.
“Realmente no me gustaba”, recordó Longley en su libro Running with the Bulls, citado por el portal Summary.
“Encontré muy difícil estar alrededor y él y yo obviamente ni nos veíamos cara a cara”.
“Era un caso de frustración mutua, pero más de su parte”.
Longley ganaría tres anillos con los Bulls, los de los años 1996, 1997 y 1998.
En cinco años con los astados dejó números de 8.9 puntos, 5.3 rebotes y 2.1 asistencias por encuentro.
Luego diría a ESPN: “De repente tienes al mejor jugador detrás y eso generaba un efecto exponencial en cada uno de nosotros. Nos hizo mejor a todos”.
El final de su carrera
Con el adiós definitivo de Jordan a los Bulls en 1998, Longley fue vendido a los Phoenix Suns.
Estuvo dos temporadas con ellos hasta recalar en los Knicks de Nueva York, donde terminó su carrera tras iniciar solo dos partidos de 25 jugados.
Su mejor temporada en la NBA ocurrió con los Bulls, con 11.4 puntos por encuentro en la 97-98.
Hasta 2019 era entrenador asistente de la selección de Australia, consagrado entre sus compatriotas como el primer jugador de su país en la NBA.
Y, además, como uno de los “obreros” de los gloriosos Chicago Bulls de Michael Jordan.