La semana pasada trascendió una información en The Sun, diario inglés. Según los británicos, Lionel Messi habría dicho al Barcelona que tocara la puerta de Marcelo Bielsa.
A todas luces, la noticia era curiosa de por sí. Bielsa es el técnico sensación en Inglaterra -con el permiso de Jürgen Klopp- en las últimas semanas, luego de conseguir el ascenso del Leeds United.
Conquistó la Championship con números magníficos, ganó el premio al Mejor técnico de su categoría y continuó escribiendo páginas de gloria en su corto paso por el Leeds.

En la Europa continental, el Barcelona vive momentos de duda tras ser segundos en La Liga con Quique Setién en el banquillo. Los culés enfrentarán ahora al Napoli en la Champions, en medio de la incertidumbre por su juego.
Una cosa se mezcló con la otra y de allí surgió la información firmada por Duncan Wright. “Messi”, decía Wright, “cree que la solución ideal es llevar a su compatriota argentino para poner orden en el lugar”. Boom. Un bombazo.
Un día después, The Sun borró la nota. Algún detalle vio que no le sonaba bien. El tema quedó como una simple anécdota.
Pero juguemos a que sí podría suceder. Imaginemos: Marcelo Bielsa es anunciado como nuevo entrenador del FC Barcelona.
¿Qué podría pensarse?
Marcelo Bielsa como DT del Barcelona… en un universo paralelo
Recordemos que Bielsa ya tuvo pasos por España. El primero, fugaz, por el rival de los blaugranas, el Espanyol. El segundo, de mayor peso: subcampeón de Europa League y Copa del Rey dirigiendo al modesto Athletic Club de Bilbao.
Los vascos, históricamente guerreros, pero poco virtuosos en el campo, mostraron un fútbol ofensivamente maravilloso. Típico de la idea del rosarino.
Sin embargo, el encanto duró poco. Primero por la filosofía del club: es difícil trascender cuando todos tus jugadores deben ser de una sola región. Competir con los mejores del mundo usando solo los mejores de tu localidad.
Además, los jugadores se fundieron físicamente, otro de los eternos reproches que se le hacen a Bielsa. Se habló de futbolistas que estaban cansados del argentino, a pesar de que los llevó a instancias donde no habían estado durante mucho tiempo.
Bielsa salió, elogiado por los fanáticos y la prensa, con un vestuario aliviado de haber salido de ese curioso sargento argentino al que llaman “El Loco”.
¿Qué pasaría si Bielsa tuviera un plantel como el del Barcelona? ¿Cómo podría aprovecharlo?
El referente de Pep Guardiola
Físicamente es difícil que tantas “vacas sagradas” como las culés puedan entrar en cintura. Uno los tuvo así por varios años, donde lograron épicos triunfos: se llamaba Pep Guardiola.
El catalán es admirador confeso de Bielsa, y su disciplina no difiere mucho de la del rosarino. En su momento, Pep manejaba hasta las horas de sueño de los futbolistas. Salió de un fiestero como Ronaldinho y de un rebelde como Samuel Eto’o para tener en sus manos el vestuario.
Potenció enormemente a Leo Messi, tácticamente convirtió a Dani Alves en una bestia, Carles Puyol se elevó de líder a mito y un jugador displicente como Gerard Piqué llegó a estar entre los mejores de Europa.
Ese Barcelona lo ganó todo, pero al irse Pep se perdió el orden. Solo Messi, permanente en el tiempo, logró darle glorias al Barcelona, fugaces como

la Champions de 2015. Pero sin Pep, no era lo mismo.
Hoy por hoy, si Bielsa hubiese llegado, tendría que tomar decisiones similares a las de Pep en su momento. Salir de grandes, pero desgastados jugadores. Volverlos a animar para ponerlos a tope. Para que recuperen el hambre de gloria.
Pero, además, Bielsa tendría que enfrentarse al entorno voraz del Barcelona. Aquí nunca ha estado cómodo: por eso, dicen sus críticos, siempre apeló a clubes de segundo orden donde podía hacer todo a su manera, sin tanta presión mediática.
El Barcelona es otro nivel, un infierno para cualquier entrenador.
Que “El Loco” llegara a Can Barca era, más que un sueño, un imposible. Al final todo quedó en el invento borrado de un periodista inglés de The Sun.