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¿Qué efecto podría tener la candidatura de Clinton en México 2018?

La ex secretaria de estado es la primera mujer que competirá por la presidencia en la historia de Estados Unidos

Mariana Gómez del Campo, PAN

 

Hilary Clinton es abogada por la Universidad de Yale, en el año 2000 fue electa Senadora de Nueva York cargo que desempeñó de 2001 a 2008, siendo la primera mujer en ser electa por dicho estado y también ha fungido como Secretaria de Estado de 2009 a 2013 en la administración de Barack Obama. Cabe señalar que Clinton se convertiría en la primera mujer postulada por uno de los principales partidos, pues en 1872 la activista por los derechos de la mujer, Victoria Woodhull presentó su candidatura a la Casa Blanca por el Equal Rights Party.

La elección en 2008 en la que resultó electo Barack Obama como presidente de los Estados Unidos, marcó un antes y un después en la inclusión de los llamados grupos minoritarios en el ámbito público, por lo que durante las campañas hacia las elecciones primarias de los partidos Republicano y Demócrata, se sospechaba que los candidatos tendrían justo un perfil diferente al anglosajón.

Sin duda, la participación de las mujeres en la política representa un progreso de la democracia y  los derechos humanos. En este caso, sobre todo, tiene un impacto contundente a nivel global por el país y el puesto del que se trata. Aunque el voto femenino se reconoció en 1920 en aquel país, la presencia de mujeres en la política aún es reducida, pues sólo 84 de 434 legisladores en la Cámara de Representantes son mujeres, lo mismo ocurre con 20 de los 100 senadores, 6 de 50 gobernadores y sólo 12 gobiernos de las 100 ciudades más importantes están encabezados por una mujer.

En México, hemos dado pasos importantes en los últimos años. Actualmente, alcanzamos una cifra histórica en el Congreso donde 212 de 500 diputados son mujeres, así como 47 de 128 senadores. El gran pendiente está en la arena del Poder Ejecutivo y del Poder Judicial, un ejemplo es que solo una de las 32 entidades del país es gobernada por una mujer y sólo el 6% de los municipios tiene al frente a una alcaldesa. Datos de ONU Mujeres, señalan que América es la segunda región del mundo con mayor índice de representación política de mujeres en el mundo, sólo por debajo de los países nórdicos.

Un estudio de opinión realizado por Parametría encontró que para el 69% de los mexicanos, las mujeres tienen las mismas oportunidades que los hombres en la política y en el gobierno; sólo el 26% consideró que los hombres son mejores líderes políticos contra un 69% que piensa lo opuesto; uno de los resultados que más llaman la atención es que a la pregunta de cuál cargo es el que pueden desempeñar mejor las mujeres que los hombres, el de Presidente de la República recibe 4 veces más menciones que el de senador, diputado o gobernador.

Por lo tanto, ser testigos de que en otras latitudes las mujeres están siendo competitivas y ejerciendo posiciones de liderazgo, sin duda, tendrá un impacto positivo en nuestra sociedad. Si de algo soy promotora es que las mujeres nos abramos puertas por nuestros méritos, capacidad, decisión y voluntad. La política cambia a la mujer que participa en ella, pero mientras más mujeres participen en esta actividad lo que terminará cambiando será la política.

Alejandra Barrales, PRD

Sin duda alguna, la virtual candidatura de Hillary Clinton por el partido Demócrata a la Casa Blanca tendrá un efecto directo en nuestro país por diversos motivos. Primero, porque es considerada la nación más poderosa del mundo;  segundo,  por el hecho histórico de ser la primera mujer en contender por la presidencia y pertenecer al partido que hoy gobierna el pueblo estadoundiense; y tercero, porque compartimos temas que son de suma importancia, como la seguridad, el comercio ilegal de armas, la migración, el tráfico de personas, entre otros asuntos delicados en los que existe mutua cooperación.

El caso de Hillary Clinton toma relevacia porque es resultado de un largo y complicado camino para las mujeres en la lucha por la igualdad de derechos políticos y de representación. Ella ha sido protagonista en la defensa de derechos de las mujeres, de los niños; ha apoyado causas a favor de la educación, el trabajo y la inclusión que devuelva el sentido de unidad al pueblo estadounidense.

La posiblidad de que EU esté liderado por una mujer, no sólo es un tema limitado a un escenario electoral en 2018. Una mujer en el poder, es un avance para todas las mujeres del mundo, no sólo para las y los políticos, sino para aquellas niñas y adolescentes, aquellas jóvenes y mujeres adultas que viven en países en donde su voz es limitada y muchas veces silenciada por costumbres y tradiciones.
Una mujer en el gobierno significa dar visibilidad y voz a miles de mujeres que buscan no sólo un ejemplo, sino un referente de que es posible alcanzar posiciones de decisión con perseverancia y trabajo. Le muestra el camino a otros países, como el nuestro, hacia una democracia abierta, en la que sin importar si eres hombre o mujer, lo que cuenta es que seas el mejor y el más apto para dirigir un país.  
En cuanto a México, todos los esfuerzos para nivelar el terreno de la participación política entre hombres y mujeres, como las cuotas de género a la paridad y la tipificación de la violencia política de género, comienzan a dar buenos resultados. El último informe de la Unión Inter Parlamentaria posiciona a México como el 7º país con mayor representación política de mujeres en el Congreso. Sin embargo, a pesar de que este panorama es favorable, la política mexicana aún padece de casos de misoginia, violencia política y obstrucción del desarrollo y desempeño de mujeres en el ámbito político.

En nuestro país la contienda electoral del 2018 ya es materia de controversia y expectativas. Sin embargo, como observamos en estas elecciones, la última palabra se da en el momento de la votación y la decisión final es única y exclusivamente de la ciudadanía. Sí, el contexto es importante, lo que sucede en el mundo no nos es ajeno, pero el escenario político de nuestro país estará determinado por las decisiones y, sobre todo, las acciones en favor de la gente. Nada está escrito y, definitivamente, como políticas y políticos, tenemos mucho por hacer por las personas que han confiando en nosotros.

Ana Lilia Herrera Anzaldo, PRI

El hecho de que por primera vez en la historia de los Estados Unidos, una mujer se perfile con altísimas probabilidades a ocupar la presidencia de esa nación, lejos de tener una perspectiva de género, representa el auténtico reconocimiento a los méritos y a la capacidad de la propia Hillary Clinton para conducir los destinos de la economía más poderosa del orbe.

De hecho, vale la pena citar al presidente Barack Obama al referirse a la postulación de Clinton: “No creo que jamás haya habido nadie tan cualificado para ocupar este cargo”.

Del otro lado del continente, Alemania ha sido gobernada desde 2005 por Ángela Merkel, calificada por la revista Forbes como la mujer más poderosa del mundo.

En pleno siglo XXI la discusión no debe ser si los aspirantes a dirigir los destinos de cualquier nación son hombres o mujeres. Se trata de capacidades, méritos y resultados.

En el caso de la virtual candidata del Partido Demócrata, para México representa la oportunidad de concretar una agenda migratoria que afiance la estancia legal de millones de connacionales radicados en el país norteamericano.  

México y Estados Unidos no sólo han compartido más de tres mil kilómetros de frontera, sino que históricamente han participado en agendas comunes mediante diversos mecanismos de diálogo y negociación impactando a las poblaciones de ambos países.

Sobre la base de una responsabilidad compartida, se han establecido vínculos de cooperación entre ambas economías; y sobre el reconocimiento de respeto mutuo se han privilegiado las coincidencias políticas entre ambos gobiernos.

Reconociendo que aún es muy prematuro vislumbrar el escenario mexicano hacia 2018 y con independencia del resultado de la sucesión en Estados Unidos, México, a través de la Cancillería ha refrendado en múltiples ocasiones que en la relación bilateral con Estados Unidos “somos esenciales para su prosperidad como ellos para la nuestra”.

A todas luces el posible arribo de Hillary Clinton a la Casa Blanca sería más favorable para nuestro país, debido a que su oponente del lado Republicano, ha referido múltiples expresiones negativas hacia nuestra nación y los mexicanos.

Atendiendo al espíritu de la Doctrina Estrada sobre los principios de respeto a la autodeterminación y la no intervención, consagrada en el Artículo 89 de la Constitución, México es respetuoso de los procesos internos de los partidos políticos en los Estados Unidos y, desde luego, de la voluntad que la propia sociedad norteamericana exprese en las urnas en su elección de noviembre próximo.

Así que independientemente de lo que ocurra en otras naciones, para nuestro país es irrenunciable la búsqueda de mejores condiciones para nuestros connacionales.

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