Hace unos días se dio a conocer que la legendaria mascota virtual Tamagotchi volverá a ser producida por la empresa japonesa Bandai.
A pesar de que aún no se sabe si saldrá a la venta en algún otro lugar en el mundo que no sea Japón, ya son varios los jóvenes y adultos que esperan con ansias poder revivir su infancia con un Tamagotchi.
Sin embargo, los Tamagotchis también tiene un lado “oscuro” pues también fueron los causantes de graves problemas psicológicos que sufrieron algunos niños que tenían alguno de estos juguetes virtuales.
Y es que, debido a que los Tamagotchis “morían”, se reportaron diversos casos de depresión severa de los niños cuando su mascota virtual fallecía, especialmente si ya tenías varios meses con ésta.
El impacto entre las personas fue tanto que incluso en 1998, en un gesto de absoluta locura, un cementerio de mascotas de la campiña inglesa dedicó una parte de sus tierras al sepelio de nuestros amigos ovales, a los que enterraban en ataúdes de madera a unos 15 cm de profundidad. En memoria de estas criaturas digitales, se instalaron unas pequeñas placas en las que podía leerse los nombres de los Tamagotchi, y sus dueños hacían ofrendas de pequeñas flores en las tumbas.
Además los Tamagotchis también provocaron lo que hoy día llamamos dependencia a la tecnología, pues los dueños de una de estas mascotas virtuales tenían que estar todo el día al pendiente de su amigo.
Otro problema que ocasionaron los Tamagotchis fue la ansiedad que ocasionaba en los jugadores estar alimentando y jugando constantemente con su mascota, a tal grado que muchos de los niños los llevaban todo el tiempo.
Incluso se llegó a saber de un caso en el que una persona se suicidó porque murió su mascota virtual.
Por ello, diversas autoridades internacionales exhortaron a los padres a estar al pendiente de sus hijos en el manejo de la tecnología y a platicar con ellos ante cualquier actitud sospechosa.
