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Instrumentos para alcanzar Objetivos de Desarrollo Sostenible

En septiembre del 2015, la Organización de las Naciones Unidas aprobó los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que son un conjunto de medidas globales que deben alcanzarse en los próximos 15 años para erradicar la pobreza, proteger al planeta y asegurar la prosperidad de todos los seres humanos. Los ODS se diferencian con los anteriores Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) adoptados en el 2000, porque integran por primera vez, la rendición de cuentas y la contraloría social como pilares fundamentales del desarrollo. Lo anterior es un gran avance para la sociedad civil porque le proporciona nuevos elementos de presión a los gobiernos para que cumplan con sus obligaciones y le da las herramientas para posicionarse como un actor clave en la medición del desarrollo.

En mayo pasado, a través de la Plataforma de Conocimiento de la Alianza Global para la Contraloría Social (Global Partnership for Social Accountability Knowledge Platform, en inglés), tuvimos un webinario y una discusión en línea– organizada por The Datashift, Fundar y Jeff Hall, consultor independiente- en donde intercambiamos puntos sobre los aportes de los ODS para el trabajo de la sociedad civil; el papel de la sociedad civil y los datos generados por los ciudadanos en la medición de los avances en el cumplimiento de los ODS; y cómo podemos aprovechar nuestra experiencia en la generación de datos desde la ciudadanía para monitorear de manera efectiva los avances hacia los ODS.

Durante el webinario, Jeff Hall, expuso que los ODS no solo incluyen un objetivo dedicado a la creación de “instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles” ,  también integran el concepto de accountability de manera transversal a todos los objetivos. En ese sentido, los ODS aportan elementos a la sociedad civil para presionar a los gobiernos hacia el cumplimiento de sus obligaciones. 

Las discusiones también mostraron que la relación entre los ODS y la sociedad civil es reciproca, dado que los datos, tanto cuantitativos como cualitativos, generados por la ciudadanía  a través de iniciativas de contraloría social son muy valiosos, y  junto con los datos oficiales ayudan a tener una lectura más profunda del desempeño de los gobiernos y sus servicios públicos. Por lo anterior, la conclusión fue que los ODS necesitan los datos generados por la ciudadanía para hacerse realidad, porque:

 

1- Los datos generados por la ciudadanía ayudan a llenar los huecos en las estadísticas oficiales, las cuales tienden a ocultar las inequidades, dejando fuera a los grupos marginados. En cambio, las iniciativas de contraloría social de la sociedad civil tienen más potencial para llegar a las comunidades y grupos marginados, y recolectar las voces de los ciudadanos. VOTO Mobile es una organización que tiene mucha experiencia recolectando datos sobre la percepción de los ciudadanos de los servicios públicos en comunidades aisladas donde los niveles de alfabetización son bajos o dónde se hablan otros idiomas. En ésas comunidades, el uso de encuestas escritas resulta excluyente y los niveles de participación a los procesos de monitoreo son bajos. VOTO Mobile ha demostrado que las encuestas orales permiten incrementar considerablemente los niveles de participación y recolectar la percepción de ciudadanos y ciudadanas marginadas.

 2- Las iniciativas de contraloría social de la sociedad civil permiten capturar la percepción de los ciudadanos y ciudadanas de los servicios públicos, y esos datos permiten analizar cómo los servicios públicos responden a las necesidades de los ciudadanos y ciudadanas. Muchas veces, éste tipo de datos permite entender mejor por qué algunos servicios públicos son exitosos o no. Aquí la sociedad civil tiene mucho que ofrecer, pues muchas veces los gobiernos no tienen las capacidades de medir la percepción de los ciudadanos y las ciudadanas. En Nepal, por ejemplo, el Grupo de Intervención Local evalúa la capacidad de respuesta humanitaria del gobierno después de los terremotos que sacudieron Nepal en el 2015, capturando la percepción de los ciudadanos y ciudadanas de los mecanismos de compensación y reconstrucción del gobierno. Han compartido esos datos con diferentes ministerios para que puedan mejorar su capacidad de respuesta a las necesidades de los ciudadanos y ciudadanas.

Aunque muchas de las lecciones aprendidas sobre el uso de datos generados por la ciudadanía (DGC) para evaluar el desempeño del gobierno sirven para monitorear los avances en el cumplimiento de los ODS, en el foro y webinario se reconoció que persisten varias objeciones y retos al uso de dichos datos para reportar a los ODS. Por ejemplo, durante el webinario, varios participantes mencionaron que se sigue poniendo en cuestión su rigurosidad, se sigue lamentando su falta de verticalidad, pues muchas iniciativas de contraloría social se enfocan en el ámbito local, y se argumenta que esos datos no se pueden comparar y agregar, ya que las iniciativas de contraloría social ocupan indicadores diferentes para medir el desempeño del gobierno. 

Tenemos muchas oportunidades para robustecer nuestros datos, sobre todo gracias a las tecnologías de información y comunicación, y para mejorar su comparación. Kwantu, CARE y World Vision han logrado generar datos colectivamente, y varias organizaciones en el mundo han conseguido promover una cultura de DGC en diversos niveles. La sociedad civil es importante para medir los avances en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y debe aprovechar la oportunidad para reafirmar su rol clave en la medición del desarrollo. 

 

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