¿En serio nos preguntamos eso? ¿Queremos saberlo? ¿O más bien que remos averiguar cómo conquistarlo en 10 días? No importa Siempre vamos a ir a ver ésta y todas las demás comedias románticas que apa rezcan Y es que La propuesta que nos hacen nos deja Encantadas, porque hasta nos sabemos de memoria la formulita: él ve a La chica de rosa y ambos sucumben a Las leyes de atracción ; pero tienen des confianza y niegan que se gustan Después de tanto Orgullo y prejuicio , se encuentran en Cuatro bodas y un funeral , hasta que Alguien tiene que ceder Por fin aceptan que lo que sienten es Muy parecido al amor Ella está tan enamorada Como si fuera la primera vez , pero Dicen porahí queélsólolaquierepara Unaesposadementiras Ladurarea- lidad es que este Loco, estúpido amor , nunca debió ser Por eso decide irse lejos Él se da cuenta del malentendido y en un arranque de Sensa- tez y sentimientos decide ¡Quiero robarme a la novia! y va a buscarla Atraviesa todos los obstáculos y mientras ella entra al avión para desci frar Cómo sobrevivir a mi ex; él llega al último minuto para decirle que su sentimiento es Realmente amor. Ella le dice 10 cosas que odio de ti , lo perdona y después de El último beso , los vemos Recién casados. Sí lo dominamos, porque la vida es igualita, ¿no? Y por eso después de cortar con el novio, nos vamos a tomar El descanso , y tene mos la esperanza de que en el aeropuerto él llegue y nos pida perdón La cruda verdad es que A él no le gustas tanto , entonces nos que damos esperando a ver si al menos da Señales de amor Pero no hay que preocuparse Seguro en La boda de mi mejor amigo conocemos a alguien; aunque por dentro sabemos que Casarse está en griego
¿Cómo perder a un hombre en 10 días? Las comedias románticas han sido nuestras consejeras Quera mos o no, de ellas aprendemos cómo comportarnos en las relaciones de pareja Qué hacer y qué no, qué tipo de hombre es el que nos gus ta Pero luego no entendemos por qué no nos funciona la formulita ni lo que la amiga nos dijo, ni lo que la prima que tanta experien cia tiene, y acabamos más confundidas de lo que empezamos porque finalmente “todos los hombres son iguales” Yo por ejemplo, no tardé en darme cuenta de que mis expectati vas de encontrar a un Tom Cruise que me dijera: “You complete me” , como en Jerry Maguire, después de que yo le declarara el “You had me at hello” , estaban medio complicadas Me acuerdo que unas amigas me estaban planeando un blind-date y me preguntaron: “¿Como quién te gusta?” Y les dije: “Brad Pitt” Se carcajearon y me dijeron que nunca iba a encontrar a alguien así No pues eso lo tenía claro; pero me preguntaron quién me gusta, no cómo me los quería encontrar en la vida real La pre gunta era la incorrecta Y es que por esas películas, todas tenemos un ideal en nuestra cabeza; hayamos encontrado o no al galán de car ne y hueso Las que ya lo encontraron le siguen diciendo a su novio o esposo que le serían infieles con George Clooney Otras aún esperan oír el “si tú saltas, yo salto” de Leonardo DiCa prio en Titanic O están las que mencionan culposas que andarían con un hombre menor, Robert Pattinson, y a escondidas, mientras sus maridos se van, sacan el libro Crepúsculo y reviven sus años mozos pensando que Edward Cullen les promete respetar su virginidad Yo sigo esperando que Jude Law toque a mi puerta como en El descanso, y que a pesar de estar en pijama y toda despeinada, él entre a mi casa y me dé un beso cuando se lo pida Y por supuesto que llore cuando yo me vaya Desde chicas nos enseñaron que los hombres estarían presentes en nuestro “final feliz”, que nos rescatarían, pelearían por nosotras y nos completarían (la media naranja) En la secundaria mis amigas y yo teníamos eternas discusiones tan simples, como que si un hombre se veía mejor de chamarra café o negra, y por qué nos gustaban más vestidos con una o con la otra Si nos gustaban con arete (“¡Oh por
¿Cómo perder a un hombre en 10 días? Dios!, ¡qué rebelde!”) o sin arete (“Ah, qué muchachito tan decen te”), con el pelo largo (“Seguro es un peligro”) o corto (“Será un hombre de familia”) Y es que a través de esas preguntas y respues tas inocentes, íbamos marcando nuestra personalidad ¿Acaso eso ha cambiado? Seguimos cuestionándonos, a lo mejor no acerca de la chamarra, pero sí sobre las ventajas de un divorcia do, del soltero incorregible, del amigo con derechos, del cuate mucho más grande, o del chavo más chico Cuando entrevisté a Michael Patrick King, escritor de la serie de TV, Sex and the City, me dijo: “Lo primero que le pregunto a una fan del programa es a quién prefiere, si a Mr Big o a Aidan, y según su respuesta, sé qué tipo de mujer tengo enfrente” Así de fuerte, porque en realidad no esta mos hablando de un hombre, sino que a través de ellos hablamos de nosotras mismas, de nuestras expectativas, de nuestra experiencia personal Tenemos al galán real y al de película Lo curioso es que se parecen más de lo que crees, porque los dos definieron nuestros gus tos y nos enseñaron sobre qué esperar del amor Teníamos miedo, pero nos atraía encontrarnos con un Jonathan Rhys Meyers, seductor y traicionero en Match Point: la provoca- ción Sabíamos que si caíamos con alguien tan libre como Brad Pitt en Leyendas de pasión, un día se iría con todos sus caballos por el mundo y nos dejaría; pero aun así le entramos Y aprendimos que si nos hacíamos tanto del rogar, nuestro Rhett Butler (Clark Gable) nos podía decir como en Lo que el viento se llevó: “Francamente querida, me importa un bledo” Por lo menos si teníamos un amor de verano, quizás un Humphrey Bogart nos diría: “Siempre nos quedará París” ¿De quién nos enamoramos más? De Johnny Depp, cuando le dice a Marion Cotillard en Enemigos públicos: “Me gustan el base ball, las películas, la ropa buena, los coches rápidos, el whisky y tú” (y por supuesto ella se va corriendo con él sin conocerlo) O del chico que no tenía tan buen verbo pero nos dio, con muchísimo esfuerzo, una rosa a escondidas Me preguntaba yo todas estas cosas cuando me fui a estudiar al extranjero Ahí pude convivir con todo tipo de hombres porque eran de distintos países y educación Al tratarlos descubrí una paradoja
¿Cómo perder a un hombre en 10 días? inevitable: los hombres para nada son iguales, pero a la vez, sus dife rentes orígenes y culturas no los separan tanto como podría creerse; en lo profundo pensaban de manera muy similar Era un grupo per fecto para investigar Así que los entrevisté La idea era sacarles todo lo que siempre hemos querido saber sobre ellos pero nos da miedo preguntar Lo que descubrí fue revelador y cambió mi perspectiva para siempre Ellos mismos estaban encantados al hablar y compartir sus dificultades en las relaciones, lo que quieren mejorar, lo que nos quieren transmitir Con qué personajes se identifi can, por qué, cuáles les enseñaron a comportarse, cuáles no tienen nada que ver con ellos, a cuáles copian, su percepción de sí mismos (a veces completamente distinta a la nuestra), sus inseguridades y sus fortalezas Mientras ellos hablaban sólo pensaba: “Esto lo tengo que trans mitir a las chicas” Por supuesto, busqué a más hombres que com pletaran la información A los que ya conocía y admiraba, a mis amigos consejeros del corazón, con los que platicaba, o simplemente a los que se prestaron para el estudio porque tenían algo que decir Entrevisté a cuanto soltero se me aparecía enfrente Eso sí, mayores de 25 años (porque ya terminaron de estudiar, están trabajando y tienen metas más establecidas), divorciados, viudos o padres solte ros El punto es que no estuvieran casados Pero había que escuchar los a todos Busqué debajo de las piedras; pregunté a desconocidos Había que encontrar todos los arquetipos posibles del hombre actual Y creo que se logró, porque todos cooperaron con el corazón abierto Algunos incluso me prestaban películas para entenderlos más Otros me pasaron libros o teorías que ellos mismos habían estudiado Así que cuando las entrevistas estuvieron listas, lo siguiente fue analizar los textos que me recomendaron para ver qué decían los especialistas ¿Por qué nos gusta tal o cual tipo de hombres? ¿Qué les vemos o qué nos ofrecen? ¿Qué esperamos de ellos? Y sobre todo, ¿en qué nos reflejamos?, ¿qué nos dicen de nosotras mismas, en su paso por nues tra vida? David DeAngelo, experto en seducción (como Hitch), dice que a las mujeres nos atraen básicamente dos mecanismos de enamo ramiento: seguridad o peligro; el proveedor vs el amante A partir de ahí, saca ocho arquetipos que según él son los favoritos de las mujeres
¿Cómo perder a un hombre en 10 días? Después de clasificar, ordenar y revisar mis 100 entrevistas, encontré siete categorías de hombres que nos atraen, no sólo dos, y dentro de ellas, 20 arquetipos del hombre actual, en las películas y en la vida, así que nada de que “todos los hombres son iguales” Nos pueden enamorar porque son muy emocionales y tienen sentimien tos a flor de piel; o porque con su gran intelecto nos brindan conver saciones interesantísimas Efectivamente, porque el peligro de una seducción nos atrae, o por la seguridad que nos ofrecen con una vida estable Siempre nos gusta lo que no podemos tener y por eso a veces nos enamoramos irremediablemente del amigo gay, o a veces no dis tinguimos si es o no es Pero también están los hombres inaccesibles cuya prioridad jamás será una relación, sino realizarse profesional mente o de otras formas, y les falta mucho Y también los nuevos arquetipos que nacieron en nuestra generación: el resultado de la educación de nuestros padres y la suma de todos los cambios histó ricos de las últimas décadas, los de la nueva ola ¿Cómo reaccionan? ¿Cómo piensan? ¿Por qué se comportan así? ¿Cómo ligan? ¿Qué esperan de nosotras? ¿Por qué siguen solte ros? Tanto por preguntar y tanto hombre en el camino Si no hubiera tenido yo una fecha de entrega, créeme que seguiría entrevistando, porque me divertí y aprendí ¡muchísimo! Pero hay que pasarnos la información Así que aquí estoy, para que hagamos juntas un repaso de los hombres que han atravesado nuestras vidas En las películas y en la realidad ¿Qué asimilamos de las experiencias que nos dejaron, y cómo podemos mejorar para el que sigue? ¿Qué tipo de hombre nos gusta? ¿Por qué? ¿Compagina con nuestra personalidad? Y si eso lo tenemos claro, el siguiente paso es entender cómo piensan, según lo que ellos mismos dijeron, para ahorrarnos mucho camino de confusión A lo mejor cada galán que tuvimos no representó un final feliz, pero sí una película que estaríamos dispuestas a comprar en dvd y volver a verla mil veces, porque aprendimos de ella y nos hizo crecer Todos los hombres son como salidos de un filme El género, el repar to, el guión, y el final lo diriges tú Revisemos nuestra propia filmo grafía Porque cine vemos… y hombres no sabemos Fragmento del libro: Tu galán de película Autora: Doly Mallet Disponible a la venta