Varios mexicanos, algunos famosos, han protestado, hecho bromas, quebrantado la ley o dañado la vía pública de otros países.
Quizá para divertirse, demostrar su orgullo por ser mexicanos, o para mostrar su inconformidad. Pero además de no dar buena imagen, si son detenidos por la policía, en caso de que lo soliciten, el consulado mexicano tiene que gastar sus recursos para sacarlos de la cárcel.