Los robots humanoides han dado mucho de qué hablar en los últimos meses, no sólo por su apariencia, sino por su inteligencia artificial.
El catalán Sergi Santos creó a Samantha, la primera robot sexual cuya inteligencia artificial la dotará de un código moral que la hará “excitarse” sólo con personas que la traten con respeto.
En entrevista a IBTimes, dijo que trabaja para que en los próximos meses Samantha sea capaz de sostener una conversación coherente y valorar a las personas.
Hasta el momento las robots sexuales se activan con el tacto de ciertas zonas, sin embargo, se espera que Samantha se “excite” cuando el interlocutor la enamore, es decir, que pretenda algo más que la pura relación sexual.
La semana pasada otra robot, Sophia, captó la atención internacional al convertirse en ciudadana oficial del mundo, siendo capaz de mantener una conversación y expresar sus «sentimientos» a través del rostro.
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