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Rifa de inmuebles de la Lotería Nacional se queda a medias

Lo obtenido en el Gran Sorteo Especial 248 de la Lotería Nacional sería destinado para apoyar a atletas mexicanos que participaron en Tokio 2020

Solamente hubo ganadores para 11 de los 22 inmuebles que la Lotería Nacional repartió en el Gran Sorteo Especial 248, el pasado 15 de septiembre, entre los que se encontró un palco en el Estadio Azteca. Además, sólo se vendieron 773 mil 358 cachitos, de los dos millones impresos; esto representa el 38.67% del total de ventas.

Margarita González Saravia Calderón, directora general de la Lotería Nacional, explicó que el importe de la venta total fue de 193 millones 339 mil 500 pesos. “De eso, los premios, lo que se va a pagar en premios son 144 millones 250 mil pesos, que incluye los pagos en efectivo y en especie”. Añadió que se pagan también impuestos de 14 millones 726 mil 850 pesos, y se les pagan también comisiones e incentivos a los billeteros por 25 millones 134 mil 135.

De los 22 premios que estaban previstos, salieron sorteados 11, de los cuales ya fueron reclamados siete y faltan cuatro de realizar este procedimiento, por lo que González Blanco exhortó a los jugadores a presentarse en la Lotería. “Desde aquí les hacemos un llamado a todos para que revisen sus billetes, porque a veces la gente no cree que se los gana o no los revisa y, sin embargo, pueden estar premiados”.

A una mujer identificada como Nereida Morales se le entregó simbólicamente el rancho en Xochitepec, Morelos, con un valor estimado en más de 70 millones de pesos, durante la conferencia de prensa matutina del presidente López Obrador. También se entregaron apoyos a los atletas de Tokio 2020.

Lotería Nacional va a seguir rifando inmuebles: AMLO

A pesar de los pobres resultados, el presidente señaló que se continuará con los sorteos, incluso en este 2021. “Estamos analizando cómo llevar a cabo un sorteo para finales de año de unos lotes de un terreno que se compró de manera fraudulenta. Ahí no tiene que ver con delincuencia organizada, sino con delincuencia de cuello blanco. porque antes nada más se hablaba de la delincuencia organizada ¿no? y robaban igual los funcionarios, los delincuentes de cuello blanco”, añadió López Obrador.

Explicó que se trata de un terreno que se compró en los límites de Sinaloa y Nayarit durante el gobierno de Felipe Calderón. “Era un rancho del que fue gobernador de Sinaloa, el finado Antonio Toledo Corro. Vendió su rancho entre 100 y 120 millones de dólares, y lo compró Fonatur, pero con precio por encima de su costo real; supuestamente, para llevar a cabo un desarrollo turístico, pero no es el lugar más apropiado. Entonces, fue un fraude, una transa”, añadió AMLO.

“Ya llevamos tiempo con el terreno, nadie lo quiere adquirir, y tiene una playa. Entonces, lo que estamos pensando es fraccionarlo, hacer lotes en el terreno y rifarlo, aun cuando no podría ser en un solo sorteo, porque tendríamos que sacarle lo que costó, 100, 120 millones de dólares, como dos mil 500 millones de pesos, tendrían que ser como tres o cuatro sorteos para sacar lo que se pagó y no perder”.

Señaló que lo que se obtenga de esa rifa se destinará a la construcción de la presa Santa María, en Sinaloa. “Quedaría ahí mismo el recurso y es para que pues se proteja a los pueblos de inundaciones, se genere energía eléctrica limpia con agua, se rieguen las tierras y haya agua en los pueblos para el consumo doméstico”, concluyó.

Los inmuebles que sí se rifaron y fueron reclamados

  1. Rancho -terreno, Xochitepec, Morelos. Importe total del premio: 61 millones 430 mil pesos.
  2. Derecho de uso de Ppalco en el Estadio Azteca, CDMX. Importe total del premio: 20 millones de pesos.
  3. Departamento, Acapulco, Guerrero. Importe total del premio: 11 millones 910 mil pesos.
  4. Casa, Silao, Guanajuato. Valor total 5 millones 130 mil pesos.
  5. Departamento 302, Amp. Miguel Hidalgo, Tlalpan, CDMX, Valor total: 3 millones 590 mil pesos.
  6. Departamento 403, Amp. Miguel Hidalgo, Tlalpan, CDMX. Valor total: 3 millones 230 mil pesos.
  7. Terreno número 2D, Ensenada, Baja California. Valor total 2 millones 150 mil pesos.

Los que tuvieron ganador, pero no han sido reclamados

  1. Departamento, Jardines de la Montaña, Tlalpan, CDMX. Importe total: 14 millones 380 mil pesos.
  2. Casa, León de los Aldama, Guanajuato. Importe total del premio: 14 millones 120 mil pesos.
  3. Casa, Culiacán, Sinaloa. Valor total 3 millones 640 mil pesos.
  4. Departamento, Narvarte Poniente, Benito Juárez, CDMX. Importe total: 4 millones 670 mil pesos.

Suerte para la próxima: los inmuebles que no tuvieron ganador

  1. Casa Pedregal de San Angel, Tlalpan, CDMX. Importe total del premio: 77 millones 260 mil pesos.
  2. Casa, Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco. Importe total: 6 millones 360 mil pesos.
  3. Terreno número 2I, Ensenada, Baja California. Valor total: 3 millones 830 mil pesos
  4. Departamento 301, Amp. Miguel Hidalgo, Tlalpan, CDMX. Valor total 3 millones 590 mil pesos.
  5. Casa, Tlaquepaque, Jalisco. Valor total: 2 millones 680 mil pesos.
  6. Casa, Ixtapa - Zihuatanejo, Guerrero. Valor total 2 millones 490 mil pesos.
  7. Casa, Corregidora, Querétaro. Valor total 2 millones 480 mil pesos.
  8. Terreno número 3E, Ensenada, Baja California. Valor total 2 millones 350 mil pesos.
  9. Terreno número 3C, Ensenada, Baja California. Valor total 2 millones 230 mil pesos.
  10. Terreno número 3A, Ensenada, B.C. Un millón 860 mil pesos.
  11. Departamento, Copilco, Coyoacán, CDMX Valor total 620 mil pesos.

3 preguntas con

Marcos Pérez Esquer especialista de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle.

¿Cuál es su lectura de los sorteos especiales que ha realizado la Lotería Nacional en septiembre de 2020 y 2021?

Este mecanismo de sortear inmuebles por parte del Gobierno Federal es toda una farsa, es una simulación, es una cortina de humo para desviar la atención del pueblo respecto de los verdaderos problemas nacionales.

Estamos inmersos en una pandemia. Estamos inmersos en una crisis de inseguridad. Estamos inmersos en una crisis económica y el gobierno distrae a la gente con este tipo de actos que no tienen ni pies ni cabeza. El antecedente directo de lo que ocurrió el 15 de septiembre de 2020 fue justamente la rifa del avión presidencial. Ya estábamos en la pandemia y el gobierno se distraía y distraía a la gente con ese evento a través del cual supuestamente habría de rifar el avión. Lo que hizo en realidad fue despilfarrar en una apuesta una buena cantidad de dinero de los mexicanos.

Eso no solamente es un grave error administrativo, sino una grave ilegalidad. En realidad se perdió dinero con la rifa del avión. Pero lo peor del caso es que el avión sigue ahí, ni se ha vendido, ni se ha rentado, ni se ha rifado, ni nada. Pasó de ser el símbolo que fue de los excesos del pasado a ser ahora un símbolo de la ineptitud del presente.

No contentos con eso, este año vuelven a intentar un sorteo especial de naturaleza similar, pero ahora sí pretendiendo entregar los premios en especie. Se trata de 22 inmuebles de distintos tipos terrenos, departamentos, casas, hasta un palco en el Azteca, en algún rancho por ahí. 22 inmuebles que tienen un valor de 250 millones de pesos. Otra vez las cuentas no le salieron, vendieron apenas el 38 por ciento de los boletos. Es decir, en vez de los 500 millones de pesos que pretendían ingresar ingresaron menos de 200. No ingresaron la cantidad de dinero suficiente siquiera para equiparar la con el valor de los premios y la explicación que dan es bastante oscura, bastante opaca, porque dicen que no reparten los 22 inmuebles, sino solamente 11. Nuevamente estarían incurriendo en una ilegalidad. Todos tienen que ser repartidos.

Aún con esto, no conformes, ya están anunciando un nuevo sorteo para fines de año que tiene que ver con un gran terreno que tiene Fonatur en Sinaloa, donde alguna vez se pensó hacer un complejo turístico y que no prosperó y entonces se quiere que también se someterán a un sorteo.

¿Por qué se siguen haciendo entonces los sorteos? ¿Cuáles serían los aspectos que deben mejorar?

Considerando la experiencia de la rifa del avión y de la rifa de estos 22 inmuebles del 15 de septiembre pasado. Lo más probable es que de nueva cuenta veamos un fiasco. Con el terreno de Sinaloa, sin embargo, hay una parte exitosa para el Gobierno de todo esto, que es la parte política. Desvía la atención de la gente, es una cortina de humo tras otra cortina de humo, como suele hacer este gobierno en muchos temas.

En ese sentido, si le resulta provechoso al gobierno seguir con estas, con esta dinámica. Pero no es que sea redituable, no es que sea conforme a la ley, no es que sea un asunto de justicia social, es un embuste, es una simulación.

Políticamente es redituable, pero financieramente es un desastre. ¿Qué habría que hacer para corregir esto? Bueno, si se quieren seguir haciendo sorteos, pues tendrán que ser bien planeados, bien administrados, como se habían venido haciendo los sorteos de Lotería Nacional y de pronósticos deportivos en el pasado, es decir, con cálculos actuariales muy precisos de cuál es la emisión de billetes, la expectativa de venta real, el monto de valor de cada billete para estar plenamente seguros de que es negocio.

Si tú quieres forzar las cosas para sortear algún bien público, sin tener plena seguridad de que vas a recuperar la inversión, lo que estás provocando es un daño patrimonial al Estado mexicano y debería ser ocasión de responsabilidades administrativas e incluso penales.

Si no es con la rifa, ¿entonces qué se puede hacer con los inmuebles decomisados por el Gobierno Federal?

El que tiene que encargarse de ello es el INDEP y tiene un mandato muy claro: subastar los bienes para alcanzar el precio estimado que tienen. Y estas subastas se han hecho históricamente en muchísimas ocasiones. Y si en la subasta no hay una oferta que llegue al valor mínimo y establecido como su valor digamos de avalúo, pues simplemente no se vende.

Es decir, se parte de un mínimo de un piso. Si no se alcanza, no se entregan, no se vende. Ese es el mecanismo normal, el que expone la ley, el que asegura que el Estado no pierda recursos y que recupere, en el caso de bienes incautados, la cantidad de dinero razonable que tiene que recuperar. El hecho de que el Estado incautó algunos bienes y que -por lo tanto- no le costaron dinero no significa que no ingresen al erario del patrimonio nacional. Se tiene que cuidar de ese recurso porque son del pueblo. No lo puedes dilapidar, ni despilfarrar, ni malbaratar.

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