Costó millones de pesos con el objetivo de ser un hospital de primer nivel, sin embargo, a diez años de haberse iniciado el proyecto el inmueble sigue sin terminar de construirse; es más, luce abandonado y sin signos de que las autoridades puedan retomar la obra.
Se trata del Hospital Ticul, en Yucatán, construcción que fue cancelada por el incumplimiento de entrega por la entonces constructora encargada y por el cual se erogaron más de cinco mil millones de pesos.
Ante esta situación, la Auditoria Superior de la Federación (ASF) y el Gobierno Federal iniciaron una investigación en contra de la entonces gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, para construir este inmueble.
En sus conferencias mañaneras el presidente Andrés Manuel López Obrador, calificó la obra de tener sobrecostos, así como incumplir el contrato que se firmó para erigir este hospital.
“Esta obra estuvo manchada de influyentismo y corrupción”.
— Aseguró López Obrador.
De acuerdo con el expediente de una las llamadas “mega obras” del gobierno de Ortega, el 12 de septiembre de 2011 se firmó el contrato por 5 mil millones de pesos, con la empresa Infraestructura Hospitalaria de la Península, S.A. de C.V. (IHP), filial de Grupo Marhnos, que incluye construcción, operación y mantenimiento de ese hospital.
De acuerdo con el contrato, la empresa debía entregar el edificio totalmente equipado en marzo de 2014, pero no cumplió ese plazo. Ante ello, el gobierno de Rolando Zapata Bello canceló el mismo en agosto del 2016 por el incumplimiento del contrato y su alto costo.
El pasado 25 de octubre del 2021, la ex gobernadora y hoy diputada federal por Movimiento Ciudadano, Ivonne Ortega Pacheco anunció que demandaría a Rolando Zapata Bello por cancelar dicho contrato.
Al respecto, el pasado 28 de octubre, el presidente López Obrador, en conferencia mañanera en Mérida, dijo que “está por resolverse el hospital que dejaron abandonado en Ticul.
