Una de las figuras más destacadas por la izquierda en México es el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, quien en tres ocasiones fue candidato a la presidencia del país; en 1997 consiguió llegar a la jefatura de Gobierno del entonces Distrito Federal, fecha desde que la capital del país ha mantenido gobiernos considerados de izquierda; su sucesora fue Rosario Robles, actualmente encarcelada acusada por omisiones en su labor como secretaria de Estado.
Y en el 2000, también por medio de una elección, al ejecutivo local llegó Andrés Manuel López Obrador. Aunque pudiera considerarse que la relación entre ambos es buena, cada vez hay más diferencias.
Este jueves, en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Cárdenas participó en el foro “Igualdad frente a libertad, libertad frente a igualdad: ¿es posible resolver la tensión perenne?”, en donde criticó que la falta de seguridad en México y la situación de la economía.
“No hemos logrado revertir esta tendencia que traíamos desde hace cuatro décadas y el crecimiento ha sido mínimo en los años más recientes”, criticó.
Sobre la seguridad, destacó que los hechos opacan a los datos que presenta López Obrador y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), cuya presencia es débil para combatir a la delincuencia organizada.
Momentos decisivos
Cuauhtémoc Cárdenas fue decisivo en al menos dos momentos de la trayectoria de López Obrador, la primera fue en 1984, cuando se desempeñaba como director de Promoción Social del Instituto Nacional del Consumidor, luego de haber fracasado en su intento de reformar al PRI en Tabasco.
Cuatro años después, Cárdenas y otras figuras prominentes del PRI, que crearon una corriente democrática y que más tarde compitió en las elecciones como Frente Democrático Nacional, lo propusieron como su candidato al gobierno de Tabasco, Andrés Manuel López Obrador sólo consiguió alrededor de 20 por ciento de los votos en el proceso electoral de 1988.
A finales de la década de 1990, el hijo del general Lázaro Cárdenas no se opuso a que el actual presidente llegará a la presidencia nacional del PRD, la cual ocupó desde el 2 de agosto de 1996 hasta 10 de abril de 1999.
Tampoco se expresó en contra de que fuera el candidato a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal, la cual finalmente obtuvo en el 2000, aunque Cárdenas consiguió la presidencia en su tercer intento.
De la felicitación a la crítica
Dos días después de su triunfo como presidente de México, en julio de 2018, López Obrador recibió al ingeniero en su casa de campaña, quien lo felicitó por haber obtenido la victoria y ser el primer presidente de izquierda en gobernar a México.
También expresó que representaba el cambio que necesitaba el país y esperaba que hubiera cosas positivas para la nación, incluso bromearon sobre si se uniría al gobierno federal.
Aunque durante sus primeros tres años de gobierno ambos han mantenido distancia, pero también han coincidido en eventos, como la petición de perdón al pueblo yaqui, en septiembre pasado, o los aniversarios luctuosos del general Lázaro Cárdenas.
Sin embargo, en mayo pasado el ingeniero afirmó que no consideraba que el actual gobierno federal fuera de izquierda, por más que así se dijera, además de que no había sido capaz de reducir la inseguridad, la pobreza y el desempleo, además de que la austeridad hizo aún más ineficaz la calidad de la administración.
“Está visto que la política de encomendar estas tareas de combate a la inseguridad a las fuerzas armadas está muy lejos de haber dado resultados”.
Mientras que también señaló las fallas en la economía para fomentar la inversión de particulares, además de que la desigualdad se ha acentuado, incluso en los dos últimos años la cantidad de pobres se incrementó en 10 millones de personas.
Sin embargo, afirmó que algunas de las políticas y programas del gobierno de López Obrador sí pueden enmarcarse en la izquierda.
