El incremento abrupto de la temperatura en México se convirtió en un tema de interés nacional. Los golpes de calor, la deshidratación y las recomendaciones para protegerse del sol acapararon la óptica pública; sin embargo, esto no se trata de una “ola de calor” como si fuera un fenómeno aislado, sino de un síntoma más del cambio climático que, de acuerdo con diferentes instituciones, aún no termina de manifestarse.
La desertificación (incremento del territorio árido) y el estrés hídrico (falta de agua potable) son fenómenos que ya están presentes en México y avanzan sigilosamente. Ellos tendrán un gran impacto en la vida humana, pues comprometen el acceso al agua potable de manera basta y suficiente no sólo para el consumo humano, sino también para el riego y los animales de ganado, lo cual compromete los cultivos y, en consecuencia, los comestibles.
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Estrés Hídrico
Para marzo de 2023, el Consejo Consultivo del Agua (CCA) informó que México ocupa el lugar 24 a nivel mundial de estrés hídrico, el cual se mide entre el territorio en el que habita un número determinado de personas y su acceso al agua potable. Dicho dato fue proporcionado por el World Resources Institute, quien mide este factor en 164 países.
Además, consideró que, de acuerdo con el INEGI, México utiliza el 76% de su agua para el sector agrícola, el 14% en abastecimiento público, el 5% para hidroeléctricas y otro 5% para la industria. Por lo que, ante la escasez, tanto las cosechas como los ciudadanos serán los primeros en verse afectados.
Por su cuenta, la UNAM prevé que esta situación pondrá contra la pared a los más pobres, pues la escasez tendrá como consecuencia el encarecimiento del servicio del agua, con lo cual se podría ver más limitado aún de lo que ya es, la capacidad de acceder al vital líquido.
Desertificación
Sin embargo, los estudios que se han realizado para medir las consecuencias que dejan las altas temperaturas y la falta de agua continúan y los resultados preliminares no son alentadores. En junio de 2022, la UdeG señaló que la extensión del territorio desértico en México afecta 51 millones de hectáreas y, con ello, a 65 millones de personas.
Para poder comprender lo importante que es tener suelos con cobertura vegetal y biodiversa, los especialistas apuntaron que “un suelo sin cobertura emite mayor número de dióxido de carbono que generan el calentamiento global y el cambio climático; y por el contrario, un suelo con cubierta vegetal tiene mayor fijación del dióxido de carbono y atracción del agua, por lo tanto menos aplicación de insumos y mayor productividad”.
De seguir la estrategia por su rumbo actual, la escasez de alimentos generará hambrunas muy caras y muy difíciles de reducir. Mientras tanto, se está empezando a popularizar el método de la agricultura regenerativa; sin embargo, esta técnica toca los intereses económicos de algunas empresas dominantes en materia agroquímica, por lo que no se le da mucha difusión en México.
El biólogo que lo advirtió desde hace 30 años
Víctor Manuel Toledo, investigador de la UNAM, lleva observando el cambio climático desde hace décadas y advirtió que las prácticas actuales de la agroindustria tienen consecuencias sumamente nocivas para la vida en el planeta (Revisar Ecología Mundial: Ante la Conferencia de Río de Janeiro, 1992; Sociedad y Ambiente, 2013), a tal punto que el investigador mexicano señaló que Australia está siendo víctima de su modelo ganadero, donde el darle de pastar a las reces generará problemas a gran escala.
Asimismo, señaló algo similar en Brasil, donde las consecuencias cobraron forma de devastadores incendios en Australia y Brasil que se presentaron desde 2019 hasta 2022. “La causa principal del desequilibrio ecológico global es el Homo industrialis”, sostiene.
Como si esto no fuera suficiente, Víctor Manuel Toledo operó como el primer titular de la Semarnat del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y condenó durante su gestión la implementación de herbicidas como el glifosato; sin embargo, el sector agro de México es sumamente dependiente de éste, por lo que aún se sigue utilizando.