Por ocho meses, Carlos Urzúa fue secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP) del presidente Andrés Manuel López Obrador; sin embargo, el 9 de julio de 2019 renunció a su cargo por discrepancias económicas y porque personajes del gabinete se empeñaron en tomar decisiones sin el suficiente sustento.
Su salida del cargo lo difundió por medio de una carta publicada en su cuenta de Twitter, en donde agradeció su nombramiento, pero abundó en que las discrepancias fueron muchas.
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“Estoy convencido de que toda política económica debe realizarse con base en evidencia, cuidando los diversos efectos que ésta puede tener y libre de todo extremismo, sea éste de derecha o izquierda. Sin embargo, durante mi gestión las convicciones anteriores no encontraron eco”.
En tono aún más duro, consideró como inaceptable que le haya impuesto a funcionarios sin conocimiento de las finanzas públicas, lo cual propiciaron “personajes influyentes” lo cual fue un evidente conflicto de intereses.“ Me veo orillado a renunciar a mi cargo”.
El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que tuvo discrepancias con Urzúa, de quien dijo que no quiso sumarse al “proceso de transformación”, sobre todo con el Plan Nacional de Desarrollo y en el manejo de la Banca de Desarrollo, la cual encargó al empresario Alfonso Romo, fue entre ambos personajes en donde surgieron las diferencias.
