En los últimos años, México se ha convertido en uno de los países que han sido clave en el turismo mundial. Al cierre de 2023, el país registró la llegada de 21 millones 870 mil turistas internacionales vía aérea, lo que representó un incremento de 6.2% comparado con 2022 y superando también las llegadas de 2019 (el año previo a la pandemia). Además, de acuerdo con las expectativas de la Secretaría de Turismo, para este 2024 se estima que el ingreso de divisas por visitantes internacionales a México ascenderá a 31 mil 141 millones de dólares, lo que representa un incremento de 242 millones en comparación con el año anterior, esto es un 1% más.
Esto, a pesar de los datos de inseguridad que se viven en regiones el país. A nivel global, nuestro país es calificado como un país de riesgo medio, comparado con Afganistán, Yemen o Siria, que son los peor calificados en el “Índice Global de Paz 2023. Medición de la paz en un mundo complejo”, del Instituto de Economía y Paz (IEP), realizado en Sydney, Australia.
México mejoró tres posiciones en la edición 2023 del Índice Global de Paz, ubicándose en la posición 136 de 163, sitio ocupado por Afganistán. El primer sitio lo ocupó Islandia, como lo hizo el año anterior.
Este cambio marca un giro positivo en la percepción internacional de la seguridad en el país, al mismo tiempo que fortalece su posición como uno de los destinos turísticos más atractivos del mundo.
En enero pasado, Miguel Torruco Márquez, secretario de Turismo, precisó que para 2024, se espera la llegada de 42 millones 469 mil turistas internacionales, lo que representa un incremento del 5.4% más, respecto al 2023, es decir 2 millones 181 mil turistas más.
Por otro lado, la Fundación International SOS ubica a México como un país de riesgo “medio” en aspectos como la Salud o la Seguridad. International SOS es una organización global dedicada a informar sobre los potenciales riesgos que existen en un país de destino.
International SOS señala, en el aspecto de Seguridad, que en México “se producen periódicamente disturbios políticos, protestas violentas, insurgencia y/o actos esporádicos de terrorismo. Los viajeros y los asignados internacionales pueden enfrentar riesgos de violencia comunitaria, sectaria o racial y de delitos violentos. La capacidad de los servicios e infraestructuras de seguridad y emergencia varía. Las acciones industriales pueden perturbar los viajes”.
Por otro lado, sobre los riesgos médicos, señala que “la atención médica de calidad está disponible a través de proveedores seleccionados. Por lo general, se encuentran disponibles servicios de emergencia confiables y atención dental y especializada limitada. [Existe] algún riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos o el agua. Pueden estar presentes enfermedades infecciosas potencialmente mortales, como la malaria y la fiebre tifoidea”.