Durante la conferencia de prensa matutina de este lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador, reconoció públicamente que existen fallas en la investigación relacionada con la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Isidro Burgos”, en Ayotzinapa, Guerrero, ocurrida en 2014. Sus declaraciones arrojan luz sobre la polémica liberación de más de 80 personas implicadas en el caso, alegando que fueron torturadas para obtener confesiones.
“Estuvo mal hecha la investigación, por ineficiencia o mala fe, pero es cierto, se dejó en libertad a quienes habían participado en la desaparición de los jóvenes con el argumento de que habían sido torturados. Y sí, algunos fueron torturados, pero no todos”, explicó el presidente.
“Estamos trabajando en eso, pero lo más importante es la búsqueda de los jóvenes. Porque ya sabemos que la investigación fue manipulada”, afirmó el mandatario, quien explicó que existen sospechas al interior del gobierno “de que hubo acuerdos políticos, incluso que utilizaron o participaron conscientemente organismos de derechos humanos y los mismos abogados de los papás de los muchachos”.
Sin embargo, López Obrador enfatizó que el objetivo primordial sigue siendo la búsqueda de los jóvenes desaparecidos. Instó a aquellos con información relevante a cooperar con las autoridades, prometiendo reconocer su contribución para romper el “pacto de silencio” que rodea el caso.
Finalmente, el presidente también reconoció la tendencia a politizar o manipular estos asuntos, especialmente en tiempos electorales, pero aseguró que su administración está comprometida con la transparencia y la “búsqueda de la verdad”, concluyó.