La futura presidenta de México, Claudia Sheinbaum, debe ejecutar una política nacional para contrarrestar el control territorial del crimen organizado a través de varias aristas: disolución de las bases sociales de los grupos criminales, neutralización de generadores de violencia y desmantelamiento de los mercados ilícitos.
Lo anterior se desprende del Balance Postelectoral 2023-2024 de la consultora Integralia, en donde resaltó que el próximo secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, cuenta con los elementos necesarios para lograr disminuir los niveles de violencia a nivel nacional tal y como lo hizo en la Ciudad de México.
Asimismo, resaltó que después de las elecciones habrá más territorios con menores oportunidades de desarrollo, competitividad y libertad, ya que los grupos criminales ejercen violencia político-electoral para poner a los nuevos gobiernos a su servicio e incrementar su control sobre los territorios locales.
“Después de las elecciones, habrá más regiones bajo las reglas del crimen organizado, lo que incrementa de forma cotidiana los riesgos políticos, económicos y sociales para comunidades, organizaciones y empresas”, se lee en el análisis.
Según el documento, el crimen organizado sometió a muchos municipios para fortalecer sus redes de impunidad: 75% de los ataques contra candidaturas se concentró en el ámbito municipal. Del mismo modo, 92% de las candidaturas de los asesinados buscaban un puesto de elección en dicho nivel de gobierno, principalmente presidencias municipales.
“La violencia política fue un factor determinante en algunos resultados de elecciones locales”, resaltó Integralia.
Al respecto, la investigadora de la Universidad La Salle y Doctora en Antropología Social, Claudia Benassini, coincidió con el análisis al señalar que enfrentamos niveles de violencia ‘insospechados’, principalmente en los estados de Guerrero, Michoacán y Chiapas, en donde incluso hasta desplazados hay por la lucha territorial de los grupos criminales.
“Las cifras son devastadoras e innegables, no son alarmistas, hay quien pueda decir que son exageraciones, pero no podemos negar las extorsiones que viven día a día por ejemplo, los agricultores en Michoacán”, destacó.
Resaltó que a la gente ‘se la come el miedo’ en Guerrero, Michoacán y en muchos estados del país, en donde los habitantes de esas zonas piden que se haga algo en materia de seguridad, porque pagan protección para que no les hagan nada.
Cuestionada sobre la llegada de Omar García Harfuch a la SSPC, comentó que indudablemente conoce del tema de seguridad, pero eso no quiere decir que sea una ‘persona capacitada’ para enfrentar al crimen organizado.
“El tema de la seguridad nacional no es un asunto nada sencillo, debes tomar decisiones importantes, no es fácil, pero los gobiernos anteriores lo dejaron crecer y ahora tenemos algo sumamente delicado que enfrentar”, concluyó.