Ante la creciente preocupación por el impacto del uso del celular en las escuelas , la diputada Diana Karina Barreras presentó una iniciativa que busca que cada escuela defina sus propias reglas sobre el uso de dispositivos móviles, en lugar de imponer una norma única a nivel nacional.
La propuesta, presentada ante el Congreso, coloca a las comunidades escolares —docentes, madres, padres y directivos— en el centro de la toma de decisiones, para que establezcan acuerdos que respondan a las condiciones particulares de cada plantel.

“Las escuelas no son iguales. Hay contextos rurales y urbanos, con distintas dinámicas y recursos tecnológicos. La mejor política educativa es la que reconoce la diversidad y la autonomía escolar”, explicó la legisladora.
Barreras enfatizó que la tecnología no debe considerarse un enemigo, sino una herramienta que puede fortalecer el aprendizaje si se utiliza de forma guiada y responsable. “Lo que necesitamos no es prohibir, sino educar en el uso responsable”, subrayó.

¿Qué propone la iniciativa?
Su iniciativa contempla la creación de materiales pedagógicos y la capacitación docente en educación digital, además de campañas de orientación para familias, con el objetivo de fomentar hábitos de atención, descanso y convivencia fuera de las pantallas.
“Educar digitalmente no es tarea solo de la escuela, es un trabajo conjunto”, señaló Barreras, quien ha impulsado la propuesta junto a especialistas en psicología educativa y derechos de la infancia.
La diputada advirtió que el uso excesivo de pantallas puede generar trastornos de sueño, ansiedad o problemas de concentración, por lo que llamó a construir entornos educativos más equilibrados.

“Cuando hablamos de regular el uso del celular, hablamos de cuidar la mente y el corazón de nuestras hijas e hijos”, afirmó.
El proyecto será discutido en las próximas semanas con maestros, supervisores escolares y organizaciones civiles como Fundación PAS y Tejiendo Redes Infancia, para incorporar una perspectiva integral de protección infantil.
Barreras destacó que esta iniciativa es parte de una agenda más amplia sobre bienestar, ciudadanía digital y derechos de la infancia, orientada a promover el equilibrio entre tecnología, aprendizaje y convivencia.

