¿Eres de los indecisos que todavía no pone su árbol de Navidad? Por remordimiento ambiental, no eres el único. Cada diciembre la discusión es la misma: ¿qué árbol daña menos al medio ambiente, natural o artificial? Esta respuesta no es tan simple, pero sí más incómoda de lo que parece.
Pues el impacto ambiental por un árbol navideño no depende tanto de si es natural o artificial, sino de estos factores clave: origen, transporte y, sobre todo, su destino final. En otras palabras, el árbol no es la raíz del problema, sino la decisión del consumidor.
“Debemos utilizar, aprovechar y gozar la naturaleza. Lo ideal es mantener los ecosistemas y su diversidad de forma permanente, por lo que si optamos por un árbol natural, lo mejor es que al término de su vida útil sea usado como fertilizante en la agroecología”, comentó Daniel Plero Dalmau, del Instituto de Ecología de la UNAM.
Natural o artificial: ¿Qué árbol deja menos huella de carbono?
Los árboles artificiales, fabricados con plástico y materiales contaminantes, a simple vista son los menos atractivos —si son elaborados en países lejanos—, dado que la huella de carbono generada por estos llega a ser de hasta 40 kilogramos de CO₂.
Mientras que aquellos árboles navideños naturales únicamente generan 3.5 kilogramos de este gas, una diferencia significativa. Sin embargo, al momento de desechar estos pinos al vertedero —sin asegurar su reciclaje— se llega a generar hasta 16 kilogramos de CO₂, esto en un plazo de tres años, de ahí que el impacto sea mayor al de un árbol artificial, según la organización Carbon Credits.
Pero, en caso de elegir un árbol hecho con plástico —a fin de disminuir el impacto ambiental— se debe usar por muchos años, dado que su elaboración utiliza metal recubierto de PVC, mismo que genera impactos ambientales negativos durante su producción.
“Fabricar un árbol navideño de plástico comienza por generar una película de PVC obtenida mediante un proceso llamado calandrado, lo cual se logra con una máquina que pasa una impresión de PVC para sublimación. De esta forma se pueden generar de 10 a 20 toneladas de este material”, detalla Carlos Antonio Rius Alonso, académico de la UNAM.
Por ello, el experto en química recomendó a la población —que usa árboles artificiales— darles una vida útil de al menos 20 años, esto para que el impacto en los recursos naturales requeridos en su fabricación sea similar al de cortar un árbol natural cada año.
“Este material se puede reciclar, pero tendría que ser de forma artesanal, ya que es necesario separar las hojas de PVC del metal enroscado. Sin embargo, como estos productos se desechan completos y terminan en tiraderos, su metal se oxida y contamina el suelo”, advirtió Rius Alonso.
¿Qué alternativas hay para un árbol de Navidad?
Una alternativa a seguir es hacer uso de la creatividad y otros elementos navideños que sustituyan el uso tradicional del árbol, tal como decorar con luz LED los árboles, cactus o plantas del hogar.
También se puede hacer uso de ramas secas largas y curvadas para colgar figuras y adornos; o bien realizar siluetas de árbol de Navidad en una pared, llenándola con fotografías familiares.
Datos:
Pros de un árbol natural y artificial:
Natural:
- Aroma auténtico a pino
- Experiencia familiar
- Baja huella ambiental
Artificial:
- Duración larga
- Gran variedad
- Ahorro a largo plazo
- Cero mantenimiento
Contras de un árbol natural y artificial:
Natural:
- Duración limitada
- Impacto ambiental
Artificial:
- Impacto ambiental
- Huella de carbono alta
- No tiene aroma natural
- Pueden deformarse
Precios de árboles:
Natural:
- Chicos de 1 a 1.5 metros de altura — $800 a mil pesos
- Medianos de 1.8 a 2 metros de altura — mil a mil 600 pesos
- Grandes de 2.4 a 3.5 metros de altura — mil 800 a 10 mil pesos
Artificial:
- Chicos de 1.2 a 1.5 metros de altura — $500 a mil 200 pesos
- Medianos de 1.8 a 2 metros de altura — mil 300 a 2 mil 500 pesos
- Grandes de 2.4 a 3 metros de altura — 3 mil a 9 mil pesos, esto dependiendo de la calidad del material

