Científicos de la UANL reciben premio por crean sustituto al cuero

Un material de micelio similar al cuero fue creado por investigadores de la facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Autónoma de Nuevo León para el concurso Moda Emprende de Fashion Forward.

Con el material bautizado como “micelium” elaboraron carteras y llaveros, y es más sustentable y más rápido que criar ganado.

El micelium fue creado por el Doctor Efrén Robledo Leal, y sus estudiantes de la cátedra de micología Juan Lara Gaytán y Esteban García Sixtos, con el apoyo del maestro Juan Manuel Adame Rodríguez, de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UANL.

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Al inscribir su creación en el concurso internacional “Moda Emprende 2021″ en la categoría Especial, los investigadores universitarios recibieron tal reconocimiento.

El micelio es el filamento o cuerpo real de los hongos, detallaron, y para conseguir el equivalente en cuero de una vaca a ellos les lleva menos de dos meses de cultivo y apenas 100 litros de agua; a diferencia del casi millón de litros de agua que consume el ganado a lo largo de su vida.

“Este material está hecho del cuerpo de todos los hongos que se llama micelio. Los champiñones que comemos es el fruto del hongo, que sigue siendo micelio, pero ahora esculpido a la forma deseada”, comentó Robledo Leal.

“Buscamos que haya una alternativa al cuero, para la gente que quiera una alternativa al cuero y a la carne, pero sin satanizar a los productos bovinos. Y también es muy importante que sea accesible a toda la gente”, agregó.

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Por su parte Juan Lara contó que durante los primeros meses de la pandemia se dedicó a seguir una primera ruta que el doctor Efrén le guiaba en el proceso de elaboración y hasta lograr una metodología óptima para crear el micelio de forma más eficiente y rápida.

“Como el cuero tiene muchas aplicaciones puede ser chamarras, carteras, cintos, llaveros, tiene muchos usos pues el material es flexible y suele regresar a su forma. También hemos visto usarlo como parches para las ojeras”, detalló.

Esteban García, quien es alumno del noveno semestre de la licenciatura de Químico Bacteriólogo Parasitólogo se unió más tarde al proyecto,  y lo ha tomado como base de su tesis.

“Controlamos la manera de hacerlo, vimos que era factible y tiene muchas ventajas ecológicas, es más rápido, no ocupamos espacios, no es tóxico y ocupamos poco agua”, dijo.