La regulación de la prostitución en la CDMX

El sexo servicio está regulado en México desde 1856 cuando se escribió el artículo quinto de la Constitución, el cual dicta que todas las personas tienen la libertad para dedicarse a la profesión u ocupación que elijan, sin embargo, en 1940 la Suprema Corte excluyó a la prostitución de ser una actividad lícita, por lo tanto no sería protegida, ni regulada por el Estado.

Pero permitieron que se ejerciera por necesidades “biológicas y sociales”, la Suprema Corte argumentó que regular la prostitución, no lo convertiría en un trabajo, esto se debe a que se consideraba una falta moral, por lo tanto una actividad ilícita.

El 31 de enero de 2014 el Juzgado Primero de Distrito en Materia Administrativa del entonces Distrito Federal, reconoció que la prostitución era una forma de trabajo. Anteriormente a esto la constitución defendía la moral pública por encima de la ley.

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En abril del mismo año se presentó un proyecto de decreto, con la finalidad de evitar que la práctica de la prostitución estuviera ligada a la explotación y a otro tipo de violaciones de derechos humanos.

Este proyecto es una ampliación al título sexto del trabajo y de la prevención social, llamado capítulo XVIII: Servicio de las relaciones sexuales, sus objetivos eran garantizar la salud, dignidad, derechos y valor de la persona humana.

Estipula que el sexo servicio se basa en el intercambio libre y consentido, entre personas mayores de edad, mediante una remuneración cierta y en dinero, la persona que brinda el servicio se le llamaría sexo servidor o sexo servidora y la persona que recibiría el servicio se le denominaría cliente.

Si el intercambio carece de consentimiento o libertad de la persona que brinda el servicio o está sometida a violencia, entre otras características perjudiciales para la sexoservidora, se remitirán a disposiciones penales correspondientes.

Queda prohibido el sexo servicio por parte de menores.

El ejercicio de sexo servicio deberá ser de forma individual y sin la intervención de un tercero o administración alguna.

Las condiciones de tiempo, lugar y modo en el que se desarrollará el servicio será voluntad, y por acuerdo, de las partes involucradas, y todas aquellas personas que cuenten con la calidad de sexo servidor, estarán protegidas por las disposiciones de la presente ley, debiéndose solventar la remuneración convenida, previamente a la realización del servicio.

Además estipula una serie de normas para los clientes.

Deberán guardar consideración a quien brinda el servicio y abstenerse de cualquier tipo de maltrato, verbal o físico.

Acordar un espacio higiénico, suficiente y con condiciones de trabajo que aseguren la vida y la salud.

Tanto los clientes como los sexo servidores deberán hacer uso de métodos anticonceptivos que protejan su salud. Evitando contagiarse o contagiar enfermedades de transmisión sexual.

Las personas que se dediquen al sexo servicio deberán afiliarse a la Dirección General de Servicio de Sexoservidores de la Secretaría de Trabajo y Prevención Social.

Someterse periódicamente al control epidemiológico de las enfermedades transmisibles en las unidades médicas de la Secretaría de Salud.

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Por cada persona se abrirá un expediente clínico en donde el medico responsable registrará los estudios de rutina practicados.

Deberán portar la constancia de no padecimientos de enfermedad sexual u otros padecimientos contagiosos.

Se considera ilegal el ejercicio del servicio de relaciones sexuales a las personas que padezcan de alguna enfermedad sexualmente transmisible u otra grave en periodo infectante que ponga en riesgo de contagio la salud de otra por relaciones sexuales

Las personas que se dedican al servicio de relaciones sexuales deberán participar en las actividades culturales, académicas, capacitación y bienestar social que promueva la autoridad sanitaria