MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
Residentes de la capital de Sudán, Jartum, han denunciado nuevos cortes en el acceso a Internet este domingo, día previsto de una nueva manifestación contra el Ejército para exigir la configuración de un gobierno completamente civil tras meses de inestabilidad en el país africano.
Testigos de la agencia turca Anadolu ha indicado que desde esta mañana los ciudadanos apenas pueden acceder a la red ni en la capital, Jartum, ni en otras ciudades del país.
El Ejército no ha realizado ningún tipo de anuncio oficial sobre estos cortes, asiduos desde que el jefe del Ejército y ahora mismo líder del llamado Consejo Soberano de Transición, Abdelfatá al Burhan, lanzara en octubre un golpe de Estado que disolvió el Gobierno del primer ministro Abdalá Hamdok.
Sin embargo, las presiones internacionales derivaron en un acuerdo para que Hamdok volviera al cargo, si bien parte del Ejecutivo y los principales socios civiles en la coalición han rechazado este pacto.
De hecho, las manifestaciones de este domingo han sido convocadas bajo el lema «Lealtad a los mártires» para exigir la salida total de los militares del poder, denunciar el pacto firmado por Hamdok, y abogar por la instauración de un Gobierno sin presencia del Ejército.
Al menos 55 personas han muerto desde octubre, según denuncia el Comité de Médicos Sudaneses, por la represión de las fuerzas de seguridad contra los manifestantes opuestos al Ejército.
Hay que recordar que, la semana pasada, Al Burhan decidió otorgar al Servicio General de Inteligencia (GIS) el poder de arrestar a civiles durante el estado de emergencia. La orden de Emergencia también brinda inmunidad a los agentes y protección contra demandas civiles para los oficiales del GIS y otros funcionarios públicos, según el ‘Sudan Tribune’.
La represión de los manifestantes se ha intensificado después del nombramiento de Ahmed Ibrahim Ali Mofadl como nuevo director general del GIS, el 27 de noviembre. Mofadl, un conocido islamista, ha reincorporado a la agencia a varios oficiales de seguridad que, como él, formaban parte de los temidos Servicios de Seguridad e Inteligencia Nacional (NISS), considerados como un instrumento de represión a las órdenes del derrocado dictador Omar al Bashir.