MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
Los nuevos diputados del Consejo Legislativo de Hong Kong han tomado posesión este lunes en una ceremonia «solo para patriotas» en la que los principales emblemas de la región han sido sustituidos por los de China a pesar de las críticas a nivel local e internacional.
En un acto que constituye un símbolo de las nuevas políticas hongkonesas, 90 diputados han jurado su cargo tras las elecciones celebradas el pasado 19 de diciembre y en las que los candidatos de Pekín se hicieron con una amplia mayoría.
La jefa de Gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, ha presidido la ceremonia ahora que la nueva legislatura, que durará cuatro años, hará desaparecer la poca oposición con la que ya contaba en la Cámara, según ha informado la emisora RTHK.
Las autoridades chinas han tomado una serie de medidas para hacer frente a los disidentes y voces críticas en la zona a raíz de la fuerte ola de protestas que tuvo lugar en 2019.
Muchos consideran que la nueva Ley de Seguridad Nacional criminaliza a los opositores hongkoneses y tienen como objetivo acabar con la disidencia, considerada «poco patriótica» por Pekín.
Únicamente los candidatos considerados patriotas por el Gobierno pudieron presentarse a los últimos comicios, en los que únicamente una veintena de diputados han sido elegidos de forma directa, mientras que el resto son votados por comités.
El resultado ha dado forma a un Consejo Legislativo que, según el Gobierno central, está «exento de elementos contrarios a China». Así, solo uno de esos 90 diputados se considera contrario al ‘establishment’.
La mayoría de los activistas y opositores más importantes de Hong Kong se encuentran encarcelados o han huido de la región desde que Pekín puso en marcha una serie de medidas en su contra.
Esto ha hecho que la ceremonia de este lunes ha salido adelante sin incidentes, lo que supone un gran contraste respecto a la de 2016, cuando seis diputados aprovecharon el evento para cantar eslóganes y mostrar carteles contra el Gobierno. Todos ellos perdieron posteriormente su escaño.
Pekín ha calificado las nuevas políticas para Hong Kong como una vuelta a la «estabilidad» y una solución al «caos» desatado por fuerzas extranjeras en la zona. Sin embargo, para la comunidad internacional China ha roto su promesa de preservar las libertades y la autonomía recogidas en la declaración firmada con Reino Unido en 1997, cuando Hong Kong pasó a estar bajo dominio chino.
