MADRID, 3 Ene. (EDIZIONES)
Abbie Gray, de 34 años, quiso documentar la reacción de su hijo Jimmy, de un año, cuando vio la piscina de bolas de tamaño infantil que le había construido su padre, Jesse Gray, de 39 años, en su casa de Pittsburg, Pensilvania (EE.UU.).
Jimmy entró corriendo desde la otra habitación con un ejemplar de «The Creative Toddler’s First Colour Book» y pasó por delante de la piscina de bolas como si no existiera. Ojeó el libro para colorear sin darse cuenta de que había una piscina de bolas detrás de él.
Una sorprendente reacción que sus padres no esperaban grabar, dado que el niño parecía más contento con su libro de colorear que con el caro obsequio que le habían regalado.