Gamarra señala que, «más que seguir constantemente volviendo al tema del aborto», hay que impulsar políticas de «apoyo a la maternidad»
MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
El PP ha registrado una proposición de ley en el Congreso para ampliar a 26 semanas el permiso de maternidad o paternidad en el caso de que haya un solo progenitor, es decir, en las denominadas familias monoparentales que, en su inmensa mayoría, tienen al frente a una mujer.
Así lo ha anunciado a Europa Press la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Cuca Gamarra, quien ha destacado que uno de los «ejes fundamentales» de la «alternativa» política de su partido busca, precisamente «el fortalecimiento de la familia».
Aunque el Ministerio de Derechos Sociales prepara una reforma para incrementar hasta los seis meses los permisos de maternidad y paternidad, actualmente estos están fijados en 16 semanas para cada progenitor. De ellas, seis deben ser inmediatamente posteriores al parto o la adopción y las restantes pueden solicitarse por ambos progenitores de modo sucesivo.
De esta forma, según la legislación vigente, las criaturas con dos progenitores pueden disfrutar de su cuidado y compañía durante 26 semanas, mientras que las que tienen una familia monoparental sólo pueden hacerlo durante las 16 semanas que corresponden a su único progenitor.
UNA DISCRIMINACIÓN INCONSTITUCIONAL
La ley del PP busca, por tanto, acabar con esa «situación de desventaja» que constituye una «discriminación contraria a la Constitución» para los miembros de los cerca de dos millones de hogares monoparentales que hay en España, el 81% de los cuales están encabezados por mujeres, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2019.
Con este objetivo sugieren modificar el Estatuto de los Trabajadores y el Estatuto Básico del Empleado Público, para ampliar a 26 semanas los permisos de maternidad y paternidad en los supuestos de familias monoparentales. Plantean 26 semanas y no las 32 que sumarían los dos permisos actuales de 16 porque restan las seis que han de disfrutarse obligatoriamente después del parto o adopción y que cuando hay dos progenitores se han de coger a la vez.
En su entrevista con Europa Press, Gamarra ha defendido que «hay que prestar más atención a cómo incrementar la natalidad y no seguir constantemente volviendo al aspecto del aborto». Lo ha hecho al ser preguntada sobre si aprecia algún problema en la aplicación de la legislación sobre la interrupción voluntaria del embarazo que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero aprobó en 2010.
EL TC ACUMULA ONCE AÑOS DE RETRASO
«La actual legislación está pendiente de un recurso del TC y cuando eso se resuelva quedará todo perfectamente claro y despejado», ha argumentado Gamarra sobre una resolución que acumula ya once años de retraso.
En concreto, el PP impugnó el artículo que regula la posibilidad de abortar en las catorce primeras semanas de gestación si así lo decide la mujer, el que establece que las que tengan entre 16 y 18 años podrán hacerlo sin consentimiento de sus progenitores y el que obliga a la enseñanza de materias relativas a la salud sexual y reproductiva «desde una perspectiva ideológica de género».
En virtud de aquel recurso, el PP también considera inconstitucional «que se obligue a la práctica clínica de abortos» y lo relativo a la objeción de conciencia, por limitarla sólo a parte del personal sanitario y exigir requisitos que, a su juicio, limitan su ejercicio.
ACLARAR LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA
Sin embargo, en opinión de Gamarra, «mientras se mantenga y se garantice la objeción de conciencia y todos los aspectos en que relación a la misma existen no tiene por qué haber ningún tipo de problema» con la norma vigente.
Y es que, desde su punto de vista, lo que «falla en estos tiempos» son «las políticas de apoyo a la maternidad y es ahí donde hay que poner el centro y la atención», máxime cuando este un «problema de natalidad».
A su juicio, el Gobierno debería «estar pensando en cómo buscar que en nuestro país nazcan más niños, sobre todo cuando todas las encuestas los que nos dicen es que a los españoles les gustaría tener más hijos y no los tienen».