Durante la noche del 31 de diciembre al 1 de enero fue derribada una estatua erigida en honor al presidente mexicano
MADRID, 3 (EUROPA PRESS)
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha afirmado este lunes que no es necesario que se levante ninguna escultura con su imagen porque tiene el «amor» de «millones de mexicanos», después de que fuera derribada y decapitada una figura que le representaba en la noche de Nochevieja.
En su rueda de prensa diaria, López Obrador ha pedido a las autoridades del municipio de Atlacomulco, en Estado de México, que no «se sientan mal» con el derrumbe de la efigie, al tiempo que ha expresado su rechazo a que su nombre sea utilizado para calles, bibliotecas o escuelas porque «no le gusta» lo relacionado con «la vanidad, el culto a la personalidad».
«Decirles que los quiero mucho y que les agradezco mucho por su iniciativa, que son mis amigos del alma, como millones de mexicanos (…) que nos queremos mucho y que amor con amor se paga, pero que tomen en cuenta que yo he expresado que no quiero que pongan a calles, a parques, a bibliotecas, a escuelas mi nombre, ni quiero tampoco que me levanten ninguna estatua», ha indicado el mandatario, según ha recogido el diario ‘El Universal’.
En este sentido, el presidente ha incidido en que las autoridades de Atlacomulco no le consultaron sobre la instalación de la estatua y que, en caso afirmativo, les habría «convencido» de que no la levantaran.
«Si ellos me hubiesen preguntado, seguramente los hubiera convencido (…) lo importante es que no se sientan mal, que yo les agradezco sus buenas intenciones, pero también que me hagan caso, porque no me gusta lo que tenga que ver con la vanidad, el culto a la personalidad», ha reiterado.
Por ello, ha asegurado que se siente «muy contento» y «muy feliz» cuando se «confiesa» con el «tribunal de su conciencia», remarcando que está «muy satisfecho» de tener «amor» al pueblo mexicano. «Entonces eso es muy íntimo, eso es mi recompensa (…) dejemos a la gente sin necesidad de que se pongan estatuas o que las calles o las escuelas lleven mi nombre», ha remachado.
La estatua, de piedra rosa, había sido inaugurada el 29 de diciembre por el presidente municipal de Atlacomulco, Roberto Téllez. El primer día de enero la estatua amaneció en el suelo, junto al pedestal, y sin cabeza.
Téllez pertenece al partido Morena de López Obrador y terminó su gestión el propio 31 de diciembre. La estatua fue encargada a artesanos del municipio de Tlalpujahua, Michoacán, y costó 50.000 pesos (unos 2.400 euros) que abonó el propio Téllez.