MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
Las autoridades instauradas por los talibán en la provincia afgana de Herat (noroeste) han ordenado la decapitación de maniquíes en tiendas argumentando que van contra el islam, por lo que los figurines expuestos no podrán contar con su cabeza.
Durante las últimas horas han circulado diversos vídeos en redes sociales en los que se puede ver a personas cortando la cabeza a los maniquíes para su uso en escaparates.
«Son ídolos», ha dicho en declaraciones a la agencia alemana de noticias Azizul Rahman, director provincial del Ministerio para el Fomento de la Virtud y la Prevención del Vicio, que sustituyó a la cartera de Mujer tras la restauración del Emirato Islámico de Afganistán.
Así, ha manifestado que los maniquíes «deben ser eliminados», mientras que el presidente de la cámara de comerciantes de Herat, Abduluadud Fiazada, ha resaltado que los propietarios de tiendas intentaron explicar a los talibán que no es el caso, si bien no lo lograron.
En este sentido, Faizada ha resaltado que los comerciantes «gastaron entre 80 y 120 dólares en cada maniquí» y ha defendido que «pueden verse en tiendas en todos los países musulmanes».
La medida ha sido anunciado después de que las autoridades de la provincia afgana de Balj (norte) han anunciado el cierre de todos los baños públicos para mujeres, en el marco de las restricciones impuestas por los talibán a los derechos de las afganas desde que se hicieron con el poder en agosto.
Desde que los talibán se hicieron con el control de Afganistán a mediados de agosto con su irrupción en Kabul, han establecido una serie de normas con las que han sepultado los pequeños, pero importantes avances que en años anteriores las mujeres habían logrado conquistar.
La semana pasada, las autoridades prohibieron a las mujeres realizar viajes largos por su cuenta y exigieron que estuvieran acompañadas por un familiar cercano. Asimismo, se fijó la prohibición de reproducir música en los automóviles, así como la presencia dentro de los mismos de mujeres que no vayan ataviadas con el hiyab.
Los talibán han instaurado un gobierno marcado por la falta de mujeres y de representantes de otros grupos políticos. A pesar de ello, el vice primer ministro de Afganistán, Abdulsalam Hanafi, resaltó en octubre que este Ejecutivo «es inclusivo» y agregó que el grupo fundamentalista ha intentado incorporar a todos los grupos étnicos y sectores sociales en las nuevas autoridades.