MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
El jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán, Esmail Qaani, ha subrayado este miércoles que el expresidente de Estados Unidos Donald Trump y otros responsables de la muerte de su predecesor en el cargo, el general Qasem Soleimani, «no estarán a salvo».
«El criminal (expresidente de Estados Unidos Donald) Trump y sus cómplices, como (el antiguo secretario de Estado Mike) Pompeo son bien conocidos por nosotros», ha dicho, en el marco de los actos por el segundo aniversario de la muerte de Soleimani en un bombardeo estadounidense en enero de 2020 en Bagdad.
«El mártir Soleimani humilló en repetidas ocasiones a Pompeo en la región y pensaron que ganaron al asesinarle», ha explicado, antes de resaltar que los responsables del bombardeo «están bajo la lupa de los pueblos libres del mundo y no estarán a salvo», según ha informado la agencia iraní de noticias Tasnim.
En este sentido, Qaani ha apuntado que Irán se vengará de la muerte de Soleimani «a su manera» y ha agregado que la salida de las tropas estadounidenses de Irak «era parte de sus planes». «Están siendo expulsados de Irak, ya que la noble nación iraquí no tolerará que queden 2.000 integrantes de sus fuerzas en el país», ha reseñado.
El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, afirmó el lunes que Trump y Pompeo deberían ser procesados por su papel en el bombardeo y arguyó que el expresidente, como «agresor principal, asesino y criminal» debería ser enjuiciado y recibir el máximo castigo.
Soleimani fue una de las víctimas de un ataque con drones perpetrado por Estados Unidos, entre las que figuró también Abú Mahdi al Muhandis, entonces ‘número dos’ de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP) –una coalición de milicias progubernamentales iraquíes apoyadas por Irán–.
Tras ello, Washington argumentó que llevó a cabo el ataque «para proteger al personal estadounidense en el extranjero», a raíz de las protestas contra su Embajada en Bagdad en protesta por otro bombardeo en el que murieron 25 miembros de las FMP.
El bombardeo en Bagdad llevó al Parlamento de Irak a exigir la salida de las tropas internacionales del país, proceso finalizado en diciembre de este año con la retirada de las «tropas de combate» de la coalición internacional contra el grupo yihadista Estado Islámico, con lo que la misión pasará a unas funciones de asesoría y capacitación.