El presidente serbio asegura que el tenista es víctima de una «persecución política»
MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
El padre del tenista serbio Novak Djokovic, Srdjan Djokovic, ha asegurado que su hijo está «prisionero» de las autoridades australianas, que no le permiten entrar en el país por no estar vacunado contra el coronavirus, y ha afirmado que «todo el mundo libre debería levantarse» contra esta injusticia y apoyar «al Espartaco del nuevo mundo».
«Novak y su equipo presentaron los mismos documentos que otros 25 tenistas (que recibieron exenciones) y no tuvieron ningún problema, solo Novak», afirmó en declaraciones a Sky News. «Querían humillarlo. Podrían haber dicho ‘no vengas, Novak’, y eso habría estado bien. Pero no, querían humillarlo y aún lo mantienen en prisión», añadió sobre el confinamiento de su hijo en un hotel.
En este sentido, reiteró que el tenista «no está detenido, está en prisión». «Se llevaron todas sus cosas, incluso su cartera, lo dejaron solo con su teléfono y sin cambiarse de ropa, sin ningún lugar para lavarse la cara», indicó.
Hace unas horas, el gobierno de Australia impidió el ingreso al país de Djokovic, nueve veces ganador del Abierto australiano, al no tener en regla el visado y «no cumplir» la exención médica por la que se le había autorizado un día antes a disputar el Abierto ‘aussie’, primer ‘Grand Slam’ de la temporada.
«Nuestro orgullo es un prisionero de estos idiotas, qué vergüenza, todo el mundo libre junto con Serbia debería levantarse. Esta no es una batalla de Serbia y Novak, es una batalla para miles de millones de personas, por la libertad de expresión y de comportamiento», afirmó.
Además, no dudó en calificar a su hijo como «»El Espartaco del nuevo mundo». «Novak no violó ninguna ley, al igual que siete mil millones de personas no violaron ninguna ley, quieren someternos y que todos estemos de rodillas», continuó Srdjan Djokovic.
Djokovic está retenido en el Park Hotel, un centro de cuarentena estatal en Melbourne que también ha albergado a solicitantes de asilo, mientras espera el resultado de una apelación contra la decisión de la Fuerza Fronteriza Australiana (ABF) de cancelar su visado de entrada y deportarlo.
El número uno del mundo, que en varias ocasiones mostró su oposición a la vacunación, publicó en las redes sociales que había recibido un «permiso de exención» para ingresar en el país, pero la ABF se negó a dejarlo entrar, diciendo que no había proporcionado las pruebas adecuadas para justificar la exención.
Por su parte, el presidente serbio, Aleksandar Vucic, dijo que Djokovic está siendo víctima de una «persecución política» por parte del primer ministro australiano Scott Morrison y otros miembros del gobierno del país, y les pidió que lo trasladaran del «horrible hotel» donde está detenido a una casa privada.