MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha tachado de «alarmante» la ola de movilizaciones en Kazajistán y ha justificado el envío de militares bielorrusos, alegando que su único objetivo es «restaurar la paz» en una crisis que, a su juicio, está instigada desde Occidente.
Minsk ha enviado militares al país vecino en virtud de la ayuda solicitada por el presidente kazajo, Kasim Jomart Tokayev, la Organización del Tratado de la Seguridad Colectiva (OTSC), una alianza regional encabezada por Moscú y destinada a garantizar la estabilidad de toda la órbita rusa.
«Estamos muy preocupados por lo que ocurre en Kazajistán, uno de nuestros principales aliados», ha dicho Lukashenko, que ha defendido la voluntad tanto de Bielorrusoa como de Rusia para «realinear» el actual pulso de poder que se libra en las calles de algunas de las principales ciudades kazajas, informa la agencia de noticias oficial BelTA.
Las protestas comenzaron por el creciente malestar ante la subida del precio del gas, pero han terminado por convertirse en un desafío de primer nivel para el actual Gobierno. Para Lukashenko, tras estas movilizaciones se oculta una «interferencia extranjera», tal como sostuvo en su día para desacreditar las protestas convocadas en Bielorrusia después de las elecciones de 2020.
Kazajistán, ha añadido, representa «otro intento de atacar a los antiguos Estados soviéticos cercanos a Rusia». Por ello, ha abogado por «preservar el centro de la civilización» entendiendo como un todo único todos estos países que siguen en gran medida vinculados a Moscú, tanto en términos políticos como económicos.
El mandatario bielorruso ha asegurado que las tropas enviadas a Kazajistán «no van a combatir contra nadie», sino que son «fuerzas de paz». «Llegamos a Kazajistán no para matar o para luchar (…). Estamos ahí para ayudarlos», ha alegado Lukashenko.
Lukashenko incluso a equiparado las protestas con «organizaciones terroristas» similares a las que estarían operando en Afganistán, Siria e Irak, en línea con la tesis mantenida por Tokayev, que este viernes dio orden a las fuerzas de seguridad kazajas de disparar a matar a los «terroristas», un término ambiguo que también englobaría a los manifestantes.